Roberto Serna

El líder que hay en ti

Roberto Serna


Ganas cuando cumples lo que has dicho

25/03/2024

¿Sabes qué le ocurre a la gente cuando en mitad de su discurso se queda en blanco por los nervios? Que se inventa lo que le quede por decir. Puede decir algo que coincida con el discurso que tenía preparado, y hasta llevarlo con elegancia sin que una sola persona se percate del error. Lo que no podrá salvar es la sensación de no haber dicho exactamente lo que quería decir.

¿Cómo de capaz eres de contarle la verdad a gente que te importa aunque te duela, aunque les duela también a ellos? Trabajo como como entrenador personal aquí en Ávila capital, y en muchas ocasiones entran por mi despacho personas desorientadas, personas desencajadas que saben que necesitan repararse y han creído que el deporte podría ser un paso más en el camino hacia su salvación. ¿Qué tienen un gimnasio, una carretera vacía o una piscina como para dar algo de paz a un alma entre todo su caos? Como dijo una vez Rudiyard Kipling: «Las palabras son la droga más poderosa de la humanidad». Creo que eso es lo que buscaban, una manera diferente de hablarse y de representarse el mundo, porque está claro que la que habían estado manteniendo solo les había conseguido hundir más y más. Esas mismas palabras con las que han llegado a sentirse como cobardes, miserables y fracasados, solo tenían que cambiarlas para encontrar algo nuevo que les devuelva la fe, las ganas de seguir hacia un nuevo rumbo de manera que su conciencia vuelva a llamarles lo que son, ganadores.

Muchos vinieron por mentir. Juraron a sus familias que harían un cambio positivo y han venido porque han fracasado en su promesa. Para mí fue algo sorprendente descubrir esta verdad. Se supone que este negocio se trataba de conseguir cuerpos tonificados y eliminar los kilos de grasa de más, se trataba de algo fácil, recibir a un cliente, conocer sus prioridades, sus lesiones o su enfermedad y tratar de mejorarlo para volver lo antes posible a la normalidad que tiempo atrás había perdido, y lo que me encontré fue que muchas personas solo querían volver a sentir sus vidas bajo  control. Nada más que eso. Me sentía, y aún me siento, asombrado de cómo algunas cosas nunca van a cambiar, me refiero a que uno nunca vive su vida tal como sucede en los cuentos de fantasía, donde ya salvada la princesa y muerto el dragón la felicidad se vuelve dulce y eterna. A veces uno tiene que darse cuenta de que se ha convertido sin quererlo en el dragón, y que la lucha es contra sí mismo.

Así pues, si trataste de ser una persona más inteligente y lo hiciste robando y mintiendo a otros, quizás te hayas equivocado de estrategia. Entiendo que nadie puede levantar la mano como inocente, todos hemos hecho algo en contra de la voluntad de otros para sentirnos más poderosos por un instante. Todos hemos mentido, y lo hemos hecho para tratar de ganar algo que no nos correspondía y para quedar en un lugar que nos correspondía aún menos, de hecho, el lugar oculto al que van a parar todos los mentirosos no es al infierno terrenal, sino al peor y más tenebroso de los lugares a los que la mente humana pueda acceder en vida, al de la decepción. Las palabras son como una droga que puede curarnos si son tomadas en serio, ¿por qué no decirlas?, ¿por qué no cumplir con lo que decimos?, ¿por qué no dejar de hacernos más daño?

ARCHIVADO EN: Ávila, Enfermedades