Roberto Serna

El líder que hay en ti

Roberto Serna


La actitud en tiempos de adversidad

29/01/2024

Acorde a la filosofía de quienes han hecho historia y cuya vida ha sido plasmada para siempre en la literatura mundial, las personas de hoy día podemos aprender de ellos: 1) Que nadie vive exento de riesgos, menos aún quienes deciden moverse y por ello destacar, 2) Solo ganas cuando ambicionas algo, si nada te mueve de tu sitio es que has empezado a vegetar y 3) Pagarás tanto por tus malos actos como por los buenos, es imposible caerle bien a todo el mundo y no importa lo que se haga, ocurrirá de todos modos.
La mejor manera de fracasar es no creerte digno de algo mejor de lo que tienes, ni de lo que eres. He pasado por esas épocas y son duras, parecen reales y se meten muy adentro del cuerpo, tanto como si quisiesen formar parte de él sin haber pedido permiso. Sin embargo, yo creo que eliminando los problemas de nuestra vida es imposible hacer nada valioso, creo que es necesario sentirlos y aun así seguir adelante. 
Siempre que tengo delante algo aterrador, injusto o nauseabundo recuerdo rápidamente una de las leyes que jamás puedan haberme ayudado más a superarme a mí antes de enfrentarme a nada, es la ley de Laurence Peter: «Nadie es capaz de ir más allá de su propio nivel de incompetencia». Estaba claro lo que quería decirme esta ley ante cualquier golpe que enfrentaba, si quería dejar de vegetar como había hecho durante más de dos décadas tenía que convertirme en alguien más serio, más sabio y más capaz. Uno más otro, más otro y así algunos profesores más me advertían de que no valía aparecer por clase, no era suficiente la asistencia, había que aprobar para ser alguien. Años más tarde con algunas cicatrices de más comprendí la lección y me puse a ello.
La primera lección que uno aprende cuando cambia es que los golpes más difíciles de superar son los que tienen que ver con tu propia percepción.  Según cómo te veas así responderás al mundo, el mundo será como tú le mires y le sentirás como real, como si los demás no se diesen cuenta de que están engañándose porque tú ves las cosas como son. Son infecciones mentales difíciles de sobrellevar debido a lo reales que parecen. Si durante algún momento de lucidez crees que te puede estar pasando esto, tienes que reaccionar y buscar salidas, hablar con las personas de tu alrededor e intentar recuperarte lo antes posible leyendo, actuando y no dejándote llevar por las voces que desaniman a mover ficha por tu cuenta.
Tu actitud debe ser la de no dejarte engañar por ningún truco maquiavélico que tu mente te cuente cuando estés pasando por un mal momento. Tienes que respetar en todo momento el código de Carnegie: tener siempre la actitud del valor, la franqueza y el buen talante. Aquello que pienses será aquello en lo que te vayas a convertir. Por eso el pensamiento es supremo, como las profecías hará que algo se cumpla y que lo haga de inmediato. ¿Somos lo que pensamos? Puedes estar seguro de que sí, y sobre esto la gente se habla a sí misma tan mal que no son conscientes del daño que se hacen ni de cómo limitan su poder al enfrentar alguna dificultad. 
Mantén un hambre por aprender algo de lo que te esté sucediendo, pero hazlo en lugar de enfocarte en el miedo en cómo te gustaría realmente enfrentarlo y hazlo de la manera más fiel posible. Jamás permitas que la incompetencia se la clave de las acciones de tu vida.

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