Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Loor al artículo periodístico

19/09/2023

Nuestro periódico el DIARIO DE AVILA tiene a bien regalarnos de vez en cuando un suplemento XL SEMANAL, lleno de artículos interesantes o al menos curiosos; las noticias del día o de la semana, y mas cosas, lo que se supone es información aséptica del momento, queda para las columnas de EL DIARIO, a las que se añaden los artículos de opinión, los comentarios mas variopintos, generalmente de carácter político o local, o los que nos vamos por los cerros de Úbeda hablando del sexo de los ángeles. El suplemento XLSEMANAL tiene un formato y extensión muy manejable y, por lo tanto, cómodo de leer y dejar cuando apetece, con artículos de escritores reconocidos, como Arturo Pérez Reverte, Isabel Coixet, Juan Manuel de Prada o Carmen Posadas. Uno de los últimos, el nº 1872, me sirve para mi articulito de hoy. Los artículos de estos, así como otros en páginas interiores, nos cuentan temas poco conocido, como la existencia de las llamadas «granjas» de bebes de los nazis. Pérez Reverte, a veces con su lenguaje un tanto tabernario, pero muy claro, como la descripción de memorables batallas navales, en lo que es un experto, o su Historia de España que, en píldoras muy personales, nos relata esa historia nuestra que seguimos escribiendo todos. En este número, como buen observador, habla de las bibliotecas inexistentes en esos reportajes de revistas sobre los «famosos» y gente guay, que nos enseñan al detalle todas las habitaciones, excepto la biblioteca que o no existe o es una decoración mas. Pero lo que me ha picado es el artículo de J.M. de Prada, por lo que me atañe, a mí y otros articulistas, y del que entresaco algunas cosillas que les cuento, por si no han leído aquel. «Los artículos son las escurrajas del talento del escritor». Que a mí no me va, pues no soy escritor, porque no se. «Escriben en prensa solo para ganarse el condumio», cosa que tampoco se me puede achacar. «Escribir es, antes que un 'oficio de contar', un 'oficio de ver'». «Escribir artículos es tanto como presentarse a una plaza que nadie quiere de 'escritor de guardia', porque obliga a estar siempre despierto. Por lo demás el artículo de prensa, cuando no es la bisutería 'opinante' que hoy nos atosiga, es un jirón de alma, donde se alternen humor, agudeza, elegia, metáfora y hasta plegaria; unas décimas que, cuando se contagian al lector, logran el milagro de la comunicación literaria.»
Otro ingrediente mas que me empujó a escribir este artículo fue ese sobre un capítulo de la historia del nazismo, y al estar leyendo, casualmente, las Memorias, de Albert Speer, un volumen de mas de novecientas páginas. El apellido Speer es el de una saga de arquitectos, cuyo último Albert Speer, muerto en 2017, son sus magníficos y espectaculares estadios para el mundial de futbol en Catar. Fue hijo de otro Albert Speer, el arquitecto y amigo de Hitler, con el que diseñó, aunque solo quedase plasmada en una maqueta, la que seria la capital alemana, en la megalomanía del dictador nazi, la llamada «Germania», el nuevo Berlín, para asombro del resto del mundo. Todo tendría unas dimensiones enormes, con una gran avenida de 5 Km de longitud por 120 m de anchura, terminando en un edificio cubierto con una bóveda de 300 m. de altura. Inimaginable, pero lógico en la mente del führer. Proyectado antes del inicio de la II guerra mundial, no llegó a realizarse, pues todo el presupuesto y mano de obra, forzada y esclavizada, se dedicó a la guerra. Amigo íntimo de Hitler durante doce años, con el que comía o cenaba con frecuencia, paso mas tarde a ser ministro de la guerra, con el titulo de ministro de Armamento y Producción de Guerra. Organizador del sistema productivo de armamiento, que como mínimo conocemos por los innumerables reportajes y películas realizadas. Condenado en el juicio de Nuremberg, no fue ahorcado como otros, al manifestar en su defensa que desconocía la vulneración de los derechos humanos que se estaban infringiendo. Pasó veinte años en la cárcel de Spandau, donde escribió sus Memorias, un reflejo de lo que fue el Tercer Reich. Físicamente era alto, casi 1,90 m, por lo que en los documentales se le reconoce enseguida al sobresalir un poco de los demás. Pocas obras arquitectónicas han quedado de el: el estadio olímpico de Berlín, o el campo Zeppelin, donde se hacían las grandes concentraciones humanas, con capacidad para 240.000 personas., con una tribuna inmensa, donde debía destacar el líder. Corto, pues debo seguir leyendo.
El poder escribir un artículo periodístico, y que te lo publiquen, es un lujo, que debería estar al servicio del ciudadano para su deleite, sin servilismos de ningún tipo.