Jesse Owens, en la imagen, quien entendió que participar en unos juegos olímpicos en Berlín en 1936 era más que una oportunidad de competir, era el momento de ganarse el respeto que no tuvo en los campos de algodón donde se crió.
«Algún día» no sirve para nada. Martes, jueves, el mes que viene, ningún día sirve si no estableces que en uno de esos días en concreto tiene que pasar algo. Porque a nadie le gusta admitir que tiene que cambiar, hasta que las cosas empiezan a irle mal. 
A todos se nos dice que la vida es dura, que es una porquería, muy difícil, pero no lo es. Es como si mejorar dependiese de la obligación de esperar a que algo suceda mientras somos tratados como seres inertes. De repente estamos obligados a entender una vida que para nada hemos elegido, a través de una situación de la que no formamos parte.
Motivarse es difícil, pero no imposible. Entiendo que si tus condicionantes no te ayudan puedas esperar un poco de tiempo para manejar la situación, lo que no es perdonable es que uno se instale en el sofá y solo rece para que las malas temporadas no aparezcan. No es realista. Tarde o temprano hay que lidiar con todo aquello que no apetece sentir, pero es que lo que no quieres enfrentar es a menudo lo que más necesitas hacer. 
«La gente siempre se está preparando para vivir, pero nunca vive». Ralph Waldo Emerson
Cuando el mensajero de la miseria te visite y te dé un toque por la espalda, ¿qué vas a hacer?, ¿qué te mantendrá en el juego? Hay que aprender, hay que sujetarse como sea a que hay algo dentro de ti que sabe que es el momento de hacer algo. La mayoría de las personas se llevan su grandeza, sus ideas, al cementerio junto a ellos. Se mantuvieron motivados durante un tiempo en el que se creyeron que las cosas pasarían en el futuro pero no hicieron lo suficiente, y ahora se quejan por ello.
Eso de lo que tanto huyes es lo que si quieres ahora puedes utilizar como combustible. No importa la edad que tengas. Puedes enfadarte o enfocarte en lo que sueñas, mantenerte al margen o concentrado en tus metas y en tus soluciones. Cuanto más tiempo pases haciendo una actividad, más esa actividad se apropia de ti y he escuchado tantas veces a tantas personas decir lo bien que se sienten cuando por fin hacen lo que quieren, que es como si algo les hubiese estado reteniendo.
    No esperes a «algún día» como si algo en el futuro te esperase. Puedes tratar la vida como un desafío en el que tú como protagonista tienes que ganar. Jesse Owens participó en unos juegos olímpicos organizados en la Alemania del Tercer Reich, siendo negro. Se llevó cuatro oros. ¿Qué podrías hacer tú hoy para colgarte alguna medalla? Quizás moverte hacia alguna dirección completamente nueva que te dé nuevos ánimos para empezar a sentir menos angustia, teniendo nuevas conversaciones contigo mismo más naturales y menos embarazosas.
Lo que parece es que a menudo creemos que no nos merecemos tanta atención como la que le daríamos a otras personas, pero eso es solo un error de concepto. Si hemos pasado demasiado tiempo atendiendo causas ajenas es normal que sintamos que al atender las nuestras somos egoístas, pero es que las nuestras lo necesitan ya, antes de que pienses que toda tu vida se te ha escapado por no haberla atendido en el momento en que correspondía. Aunque no te sientas bien, debes atenderte porque lo necesitas. Aunque todo pinte mal, atiéndete.