Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Carri-bici a la fuerza

08/08/2023

Hacer carriles para bicicletas, según noticias, parece ser que se ha politizado, llevando el asunto a lo que llaman ideologías. Los nuevos ayuntamientos constituidos y que se han manifestado anti carril bici, en los que ahora mandan el PP y Vox, como Elche, Valladolid, Gijón o Palma de Mallorca, así como la mínima implantación del mismo en Madrid, mas ciertos descontentos, como en Segovia, hace que nos planteemos el tema, y concretamente en nuestra ciudad. Que la bicicleta sea de izquierdas, y el coche de derechas, es de un simplismo que hay que rechazar de plano. El que suscribe este artículo no es de izquierdas ni de derechas, ni de X, y acepta estas políticas (formas de gobernar, no feminismos) y políticos actuales, como un mal necesario, desde que existe el ser humano, es una circunstancia mas que acompaña a nuestra escasa libertad, desde antes de nacer. ¿carril bici sí? ¿carril bici no? Ventajas, inconvenientes y porqué. Lo primero que debemos preguntarnos es, porque damos preferencia a la bicicleta sobre el automóvil ¿es una moda? ¿es un mimetismo sobre lo que hacen en otros países? ¿Hay algún interés, aparte de lo bueno que es ir en bici, que desconozcamos? ¿es una imposición, como norma universal, enviada desde Bruselas, «para todos café»? 
     Parece ser que empieza con la alta contaminación y el cambio climático; y algo había que hacer para eliminarlo o al menos, reducirlo o nos vamos al garate. Y las mentes pensantes echaron la culpa, además de a los peos de las vacas, a los vehículos que emiten gases por la combustión de gasolinas y gasóleos, los que van por ciudades, caminos y carreteras. Pues a por ellos, que eso es fácil. No fueron a por las industrias, los aviones o los barcos, que emiten, por ejemplo, los aviones, tres veces mas gases contaminantes que todos los coches del planeta. Pues hagamos algo. Primero, el invento del coche eléctrico y una fecha tope para que no se fabriquen mas automóviles de combustión. Ya no habrá mas humos en las ciudades, aunque estos se trasladen a otros sitios, pues la electricidad sale de algún lado y de alguna manera. Segundo, impedir a automóviles que den un cierto nivel de contaminación, no pasen ciertos limites o zonas urbanas, a las que ya han puesto nombre, zonas de Bajas Emisiones (ZBE). La pregunta surge, si dentro de pocos años ya no habrá vehículos contaminantes ¿Por qué se destruye ahora una ciudad pensada para los vehículos automóviles, sin pensar mas globalmente como queremos vivir? Pero oigamos a nuestro alcalde: «los carriles bicis persiguen facilitar la movilidad urbana sostenible para todos los vecinos de la ciudad de Ávila, de manera que vayamos dejando de un lado el trasporte de los vehículos rodados y avancemos en el trasporte en bicicleta para mejorar la sostenibilidad ambiental del municipio. Apostamos por una ciudad mas verde para dejar de emitir emisiones CO2 a la atmosfera. Con este proyecto contribuimos a los objetivos de desarrollo sostenible de la ciudad y hacerla mas habitable para todos. Es nuestro compromiso que la ciudad sea mas amable». Son palabras huecas, como tantas que sueltan los políticos. Pero ya están ahí los carriles bicis. ¿han preguntado a la policía de tráfico? ¿han preguntado a los conductores de autobuses, a los repartidores de mercancías, a los taxistas, a los bomberos? ¿han consultado a los padres, y sobre todo a las madres, si dejarían ir a sus hijos al colegio en bici? No estoy en contra de la bicicleta, ni de su practica deportiva, o de ocio, aunque si del trabajo o para ir a la compra ¿Quién va al trabajo en bicicleta? El día que vea al señor alcalde ir desde su casa al despacho del Ayuntamiento, o a cualquier otro sitio, en bicicleta, pediré perdón y rectificaré. No. La ciudad con un diseño de carril bici conflictivo, con rotondas peligrosas, o pasos cruzados también peligrosos, no crea una ciudad mas amable, sino mas cabreada. En sitios donde el uso de la bicicleta ya viene desde su invención en el siglo XIX, como en los Países Bajos, y ciudades como Ámsterdam, donde hay mas bicicletas que habitantes, lo facilita su topografía casi plana y también un clima que no baja de 0º. En sitios donde hay un rio o un mar, con amplias zonas planas, se han instalado carriles bicis, aunque como en todos, reduciendo espacios a los peatones, o a los coches. Nuestra ciudad no es Ámsterdam, es pequeñita, poco contaminada y con una población envejecida, que no se montará en bicicleta ni regalándosela. ¿Cuántos ciclistas hay en Ávila, quinientos, mil? ¿a cuanto sale cada metro cuadrado por ciclista? Y aquí está el quid de la cuestión; Europa subvenciona, da el dinero, pero con condiciones, que trascribo porque sino me pierdo, procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia ¿Y que es la Resiliencia? Veamos que dice el diccionario de la RAE, segunda acepción: «Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido»; que traducido al roman paladino quiere decir, los coches han modificado el sistema de movilidad en la ciudad, creando muchos problemas, así que hay que eliminarlos, volviendo a una forma inicial de movimientos. ¿y cual es ese estado inicial? ¿el del s. XV, o el del s. XIX, o el de hace cincuenta años? ¿por qué han de ser las bicicletas y no los burros los medios de trasporte? Cuando creímos que con el 600 íbamos a ser mas independientes y mas autónomos, mas demócratas, poder moverse a donde quisiéramos, a trabajar o a la playa, resulta que el automóvil hay que desterrarlo y sustituirlo por unas bicicletas. Cosas veredes, amigo Sancho.