Ester Bueno

Las múltiples imágenes

Ester Bueno


El legado de las mujeres

04/06/2022

Alrededor de estas cinco palabras: «El legado de las mujeres»,  se esconde la historia de la humanidad. Si bien es cierto que existe un legado tangible en el arte, en las ciencias, en la literatura y en todos los ámbitos del conocimiento, que dicho sea de paso ha estado oculto y silenciado durante centurias, emanan también herencias no escritas, que conformaron y conforman el mundo tal y como lo conocemos. Es un legado intangible por lo amplio e imprescindible, pues sin él no seríamos.
La mujeres que nos precedieron en infinitos tiempos atrás, esas que dieron vida a los antepasados, nos legaron la capacidad de empatía, el sentido de la no violencia, el don de relativizar y la fuerza de luchar por el futuro. La potencia de nuestro pensamiento, el no dejarnos abatir y la capacidad de recuperación, no son fruto del azar, son ancestrales rasgos que nos identifican. Da igual si hemos nacido en distintos continentes, es lo mismo si hemos transicionado o si sin hacerlo nos sentimos parte de este colectivo, todas tenemos esa marca indeleble de sentimiento universal.
El legado de las mujeres nunca acaba, porque nosotras recibimos lo que nos dejaron y damos ahora a las que vienen, así transita todo, en una rueda incontenible y perpetua hasta que aguante el mundo. Por eso son tan importantes los ejemplos, por eso es tan necesario saber que tenemos la gran responsabilidad de transmitir nuestro incalculable bagaje propio, cotejado, y el heredado de forma inconsciente. Nos abrieron las puertas que pudieron y nosotras vamos también rompiendo los goznes de clausuras, para que se las encuentren entornadas, para que no cueste tanto, para que cada vez más seamos conscientes de formar parte de un todo, consolidar ese sentimiento grupal, e inexpugnable por inmenso.
Nosotras, que por azar hemos nacido en el primer mundo, tenemos una enorme responsabilidad con las que legan su historia en otros sitios, donde aún no se ha roto el cristal de la invisibilidad. Ahí, en esos lugares, ser invisible no significa no ser, denota sin embargo que se es mucho, todo, en la clandestinidad. El legado de las mujeres es suyo y nuestro, en un sentido que sí y de verdad es globalización, pero con unos matices demasiados preciosos para poder expresarlos con palabras. 
Somos un ejército pacífico que debemos recopilar nuestra herencia en todos los perímetros de la existencia, en los de la creación y la filosofía de vida de las que ya se fueron, pero también en todo aquello que generamos hoy a lo largo y ancho del mundo, sin importar si se trata de una metrópoli o de una pequeña comunidad indígena. El conocimiento  de la multiculturalidad, de los aspectos que nos diferencian y enriquecen, las distintas formas de «ser» en cada sociedad, los procesos creativos, todo eso que hace que el legado de las mujeres sea inconmensurable e imperecedero.

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