Hacer de nuestro país una sociedad avanzada y modélica dentro de la Comunidad Europea es tarea de todos. España es un extraordinario país, sin embargo aún parece necesitado de quererse un poco más, de sentir el orgullo de ser admirado volviendo a poner en práctica los valores sociales cívicos casi ya olvidados. Nosotros mismos, los españoles, hacemos una extensa crítica de nuestra sociedad, sobre la falta de educación, de formación social, de tolerancia, ética, respeto de civismo, etc., y en muchos casos olvidando el deber moral de llegar a ser humanos, nacemos humanos, pero no es suficiente, tenemos que llegar a serlo. Y se da por supuesto que podemos fracasar en el intento, o rechazar la ocasión misma de intentarlo.
Hay ciertas prácticas de acabar con el otro hasta darle muerte, que nos parece aberrante, tanto a las mujeres que sufren de violencia de género, como muchos otros colectivos sociales, incluidos la infancia, homofobia, etc. Se suele dar la misma respuesta, falta de educación y formación, trasmisión de conocimientos, y en segundo lugar, abarca todos los ámbitos de la vida, necesario y complementario. Estos últimos días  hemos visto en imágenes callejeras la falta de respeto a la ley, al semejante, olvidando que el otro también es uno mismo, con su propia filosofía de vida, «su propia vida», y la vivirá tal y como la siente. «Si queremos ser libres» la primera norma es respetar la libertad del otro. También debemos darnos cuenta que todo acto libre es imputable, por tanto el sujeto que lo realiza debe responder de él.
Y es que un país que no tenga la mente de puertas abiertas, para la diversidad o lo diferente, para leer, escuchar, dialogar, contrastar, analizar y discernir, lo que oye… va camino de la ignorancia, de la intransigencia. A las personas no se le debe enseñar para que siga siendo como es, sino para que alimente su aprendizaje sobre lo que hay más allá, siempre en busca del propio conocimiento, y que todo le provoque reflexión. La educación es una inversión que hace la sociedad para su futuro, aunque sabemos que los políticos no miran tan lejos. Más no efectuarla le implicará un costo más caro a los países, señaló el filósofo español Fernando Savater. Si la buena educación les parece cara, sugiere el filósofo, prueben con la ignorancia, y seguramente va a salir más costoso.
Por ultimo queridos lectores vivo un tanto preocupada cada vez que veo en imágenes tanta juventud en las calles, no dejo de preguntarme ¿qué pasara con ellos?, inmersos en el alcohol, la droga, la intolerancia, que suele terminar en violencia sin medida… Algo que me preocupa es que pueden ser buen cultivo para el manejo de ciertos gobernantes, que al momento se suben al carro con noticias sin haber contrastado antes los hechos, por el afán de protagonismo, foto, y más foto, ante hechos reprochables. Qué hacen ahí, su misión es de protección, de promulgar leyes ante distintos hechos violentos callejeros. Pero los jóvenes ellos sí si se creen libres, dentro de un sistema que me temo está dirigido, orquestado, que favorecerá algunos, pero a ellos no. El momento de esta juventud que frecuentemente hablan ante los medios de comunicación con total libertad, amparados en una (Democracia) la cual tendremos que seguir construyendo día a día,  dado que no es estática por su propio y constante progreso que debe tener, como también afianzarse ante las críticas por algunas medidas que se implementan. «El tiempo para resolver los problemas ha llegado».