Lugar donde te sientes aceptado, valorado y querido, por ser quien eres. Las personas necesitan que sus logros sean reconocidos, que las opiniones expresadas en la sociedad se escuchen con  respeto, con una finalidad, que todos seamos uno, por un  bien común. Que sus experiencias sean compartidas. El sentido de pertenencia se refiere a la sensación de conexión, identidad y aceptación que experimentamos al ser parte... Es ese sentimiento reconfortante de ser parte de algo, que nos aporta una seguridad que es esencial para nuestro bienestar psicológico.
  Personalmente muchas veces me sorprendo a mi misma, cuando le digo a mi familia que me encanta vivir en Ávila, una asturiana enamorada de su tierra, a la que ama. Más ¡Ávila me encanta! Tardé en comprender ciertas expresiones que salían del terruño de esta tierra castellana. Recuerdo la primera, cuando al ir a pagar en un supermercado, el hombre le expresa a su mujer:«Échate pa' lante». Me quede sorprendida. Así fui observando sin crítica alguna, pues ser parte también tiene su tolerancia y compromiso de compartir con respeto. Hoy conocedora mucho más después de 14 años en esta mi ciudad, vamos siendo ya, somos ya, uno donde formamos el todo. Siento que esto es así, pues los comentarios expresados ante mi persona me hacen pensar que comparten y confían en mí escucha.
 Quién en los últimos «meses» no habla en la calle de nuestros problemas a la hora de circular con el coche, es la aventura de cada día, decides ir a un sitio determinado, ¡caramba! te llevas la sorpresa. Sorprendente lo último que me dice el señor del comercio donde llegué a pie. Ciertas calles las utilizan de escombreras. Yo dije: ¡cómo!  Siento que esto, expresado así, da pie a pensar que no solo están solucionando el proyecto encomendado, sino que utilizan espacios fuera de los límites del proyecto.
  Solo estoy transmitiendo algo de la calle libremente, sabedora de que en el sentido de pertenencia va incluida la tolerancia, el diálogo, etc. Esto último me gustaría que existiera, pues la no información correcta y transparente da pie a malas interpretaciones, con ello se trataría de cultivar la comunicación recíproca, la afabilidad civilizadora, porque necesitamos habitualmente el amable trato con verdad, para generar  códigos de entendimiento agradables para  la vida en común, pero hay que tener fe y esperanza en que nuestra ciudad en algún momento termine dando una imagen de obra terminada.
 La ética cívica de la sociedad pluralista y democrática es una ética de la corresponsabilidad entre instituciones y ciudadanos, fomentando el diálogo sobre lo justo, dando lugar a un nivel alcanzado en el respeto mutuo, y la dignidad, y no calculando hasta dónde se puede llegar dañando a otros sin incurrir en delito punible. Ávila, mi ciudad, debe ser una sociedad abierta, apreciando la libertad de expresión sin miedo, también de todo esto deseo ser parte.