Pablo Casillas

El Corrillo

Pablo Casillas


¿Tierra quemada?

27/02/2024

Parece que tal cual está quedando España.

Sabiamente, nuestros padres nos decían: "No convirtáis la viña en era". Por "era" se referían no solo al terreno dedicado a esos fines, a la viña, de mucho mayor valor que el terreno que sería de era; sino incluso mucho más, cual era al hecho de poder perder las propiedades que tanto esfuerzo y sacrificio habían costado conseguir, en la mayor parte de las veces de generación en generación.

Sostendré mientras viva, que debería ser una máxima que tendría que figurar en la fachada de todos los edificios públicos, como recordatorio para los que ostentan la representación ciudadana de que están obligados a no destruir y perder lo que pertenece a los ciudadanos, especialmente el espíritu de diálogo y de consenso.   

La sensación, más diré, el convencimiento, que tenemos millones de españoles de que nuestro País se está convirtiendo en un erial, más todavía, en tierra quemada, yerma, sin posibilidad de conseguir fruto, se corresponde con los reflejos que se desprenden de la realidad que vivimos, y ello desde hace unos cuantos años.

Sin duda, el elemento más dramático de esa convicción dimana de haber llegado a la conclusión de que ha devenido imposible el diálogo y por lo tanto el entendimiento entre los ciudadanos, sobre todo respecto de tus propios familiares, amigos y compañeros.

¿Cómo se puede llegar a algún tipo de acuerdo si ni tan siquiera nos hablamos, si se rechaza, porque de antemano sabemos que vamos a terminar discutiendo, tratar sobre temas que nos afectan a todos y que resulta imprescindible ser analizados y resueltos?

Los ciudadanos se están dejando llevar, -cual si fueran títeres-, por lo que dicen y hacen los políticos, por determinados grupos de prensa u opinión, etc, poniendo siempre por delante la descalificación injustificada hacía el otro, de ahí que cierran de plano toda vía de diálogo y por lo tanto de solución a los problemas.

El "MURO" que han montado algunos –el Sumo Sacerdote del mismo es Pedro Sánchez-, es tan alto y robusto que resulta hoy en día imposible saltarle o derribarle, porque a la fin y a la postre se compone de la decisión y voluntad de millones de personas que han buscado y buscan el frentismo para con respecto a otros millones de personas. La ideología y el sectarismo de esos millones de personas son los elementos que integran el "MURO" y contra esa argamasa es imposible luchar, salvo que ellos mismos le destruyan desde dentro.

Pero claro, para haber llegado a la construcción de ese "muro" previamente se ha hecho necesario haber destruido la democracia interna del PSOE, desde la propia Comisión Ejecutiva Federal hasta la última de sus Ejecutivas Locales, de forma que todo resulte controlado por el Jefe y su voluntad y decisiones sean las que se impongan, hasta el límite de haberse convertido en un Partido "muletilla" de otros con tal de mantener el Poder en las Instituciones del Estado. Ahí están los ejemplos de Cataluña, País Vasco, Navarra, y lo que está por venir, porque no es fácil que se logren mayorías absolutas. Galicia se ha salvado por los pelos.      

Con gran dolor y frustración, vemos cotidianamente cómo aquellas personas que levantan la voz –pocas por cierto-, denunciando lo que está sucediendo en el actual PSOE, son atacadas y destruidas de forma inmisericorde por sus propios compañeros.

Con tales elementos, ustedes me dirán qué expectativas podemos tener a la hora de abordar y resolver los relevantes y graves asuntos que nos conciernen, como País y como ciudadanos.

Hablamos, por ejemplo, del envejecimiento imparable de nuestro País sin que se estén abordando medidas que potencien a la natalidad. Es un asunto con muchas y graves ramificaciones, es la piedra angular de todo Estado de bienestar social. La inmigración, en muchas ocasiones ilegal, no lo puede paliar. No se esperan acuerdos, por puro sectarismo ideológico de quienes nos "desgobiernan".

Hablamos también del problema de la sequia, del agua y de su forma de gestionarla. Se corresponde con el fenómeno natural de nuestro País y también con otros elementos externos. Sus ramificaciones en el espectro socio-económico son también numerosas. Hubo un Plan Hidrológico Nacional que derogó Zapatero nada más llegar al Poder, y que se podría rescatar. Nos olvidamos, ¿verdad?, de alcanzar acuerdos, también por esas mismas "razones".     

Desde el punto de vista político-territorial, en la mente de quien nos "desgobierna" está el asunto de la forma de Estado: república plurinacional. Imposible el acuerdo, ¿verdad?, por lo que la fractura que se ha creado en los últimos años se irá agrandando.

De la igualdad entre españoles, qué decir desde el momento en que los que "desgobiernan" van a aprobar, sí o sí, una Ley de Amnistía, que ya está esperando Conde Pumpido para bendecirla, poniéndola "bajo Palio".

Otro tanto acontece respecto del Poder Judicial y de los Jueces y Tribunales. De la ineludible independencia de los mismos, que debe extenderse a la Fiscalía.

Así otros muchos temas. Y siendo esto así, ustedes mismos se responderán si no estamos ante una "tierra quemada", por mor de los que nos "desgobiernan".