Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Tambores, cornetas, silencios, minas y macrogranjas

06/04/2023

Estas fechas son muy señaladas: para unos por el recogimiento y la fe que profesan, para otros simplemente porque tienen vacaciones y se van a tostar a la playa o a relajarse a la montaña, y para otros más porque el ruido de las cornetas y tambores de estos días silencia y despista al personal sobre un montón de problemas nacionales o locales que se difuminan entre las velas de la noche y el fervor popular.

Hay que ser muy duro y apático para no emocionarse con el paso de las procesiones; yo mismo que no me considero muy seguidor de estos eventos y manifestaciones confieso que me veo contagiado por el recogimiento y el sentimiento común de las personas que observan la comitiva; del sonido de los repiques tamboriles que hacen vibrar la sangre, y del llorar de las cornetas que activan las sensaciones de los más calmados.

Por muy sereno que sea el espectador, poco religioso o incluso negador de la historia, la influencia del momento y el contemplar a los cofrades y nazarenos, capuchones y costaleros hace que alguna lágrima o suspiro se haga patente entre la penumbra de estas noches santas.

La visión de los pies descalzos de varios penitentes, algunos arrastrando pesadas y largas cadenas, unido a todo lo anterior hace meditar al más tenaz y sentir una gran emoción a todos los presentes, salvo que padezcan alexitimia.

El buen tiempo, aunque la enorme falta de lluvias y el calor de la tarde, superior en muchos grados al que debería ser normal, hace que también paisanos y visitantes aprovechen para dar una vuelta campestre, visitar los parques de la ciudad o darse una vuelta por el camino peatonal que lleva desde el puente Adaja hasta el Soto, como hice yo mismo ayer. Resulta interesante ver la ampliación del aparcamiento allí realizada, aún sin terminar, y la buena intención de plantar nuevos árboles para ampliar el valioso bosque allí existente, aunque algunos se les ve ya casi secos y plantados sin alcorques, por lo que me temo que si no se riegan convenientemente al menos durante un par de años, pocos van a quedar. Espero equivocarme, porque como digo, "la labor aún está por terminar".

De regreso a la ciudad y justo frente a los llamados huertos urbanos junto al Adaja, un olor a alcantarilla me "mosquea", que yo sepa no había ningún vertido por aquí.

Al acercarme al cauce, contemplo un enorme tubo, bien disimulado y que no se ve desde el camino, que desemboca en el Adaja y aún rezuma. Ignoro si será sólo de aguas pluviales, o como muchas alcantarillas aguas abajo mezclan residuales cuando llueve, pero el aroma de alrededor me hace temer lo peor. De todos los modos este olor indica ya la mala salud de nuestro río.

..Y mientras la gente descansa y disfruta al sol de estos días tan apetecibles, van apareciendo algunas noticias que se dejan caer sin mucho aspaviento y pasan desapercibidas para la mayoría del personal, como la reactivación de autorizaciones para las ampliaciones de las granjas de cerdos en Castilla y León, con el peligro ambiental que esto supone, sobre todo de las macrogranjas, la gratuidad de las licencias de caza en la comunidad para poder matar animales gratis ("matar", sólo esa palabra produce escalofríos), o el peligro de las minas que proyecto tras proyecto van horadando sin piedad, como una de las últimas proyectadas en nuestra vecina Segovia que amenaza seriamente la integridad del río Duratón si el programa prospera.

Eso sí la empresa explotadora lanza un mensaje de tranquilidad y explicará, como siempre hacen, las bondades y lo ecológica que es su labor a los vecinos, que no produce polvo ni contaminación, y cómo será de perfecta una restauración ambiental futura, algo que pocas minas a cielo abierto realizan tras finalizar la extracción o el expolio, según se mire.

Ante amenazas mineras, los abulenses ya estamos muy concienciados, mentalizados y movilizados.

Muestra de ello es que este mismo sábado 8 de abril, se realizará una nueva marcha reivindicativa partiendo de El Mirón para recordar que no queremos minas a cielo abierto que destrocen nuestro territorio y vacíen del todo nuestros pequeños municipios. :-()