Muchas noticias sobre naturaleza pasan desapercibidas al público abulense, sobre todo las negativas, que muchas veces parecen ser silenciadas por las administraciones y sólo se dan a conocer por organizaciones no gubernamentales, estudiosos de la naturaleza o revistas especializadas. Una vez más la información es vital y el conocimiento de hechos de este tipo debería ser mucho más difundidos.

Hace sólo unos días llegaba a mis manos un nuevo número de la revista Quercus, todo un referente de publicación periódica ambiental, con más de 40 años de existencia; algo casi impensable hoy día en la prensa impresa especializada y más aún sobre temas ambientales. ¡por algo será!

En numerosas ocasiones nuestra provincia, e incluso la capital ha tenido protagonismo en las páginas de esa publicación, algunas veces con temas positivos sobre naturaleza, pero la mayoría de las ocasiones reflejando aspectos negativos ambientalmente hablando, como ocurre con este último número, en el que nos cuenta cómo en un seguimiento de un buitre negro por emisor GPS liberado en la sierra de la Demanda quedó inmóvil en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) Ávila Norte. Al investigar sobre ello encontraron al buitre mencionado muerto junto a otros dos ejemplares de la misma especie. Un posterior seguimiento en este lugar a finales del pasado año, llevó a este grupo ambiental a encontrar a otros dos cadáveres más.

Desde Grefa se lleva denunciando la enorme mortandad junto a este centro de tratamiento, no sólo por electrocución de tendidos eléctricos junto a él, algo que parece haber sido subsanado recientemente, sino también por envenenamiento e ingestión de sustancias existentes allí.

Se menciona también en este número de la revista ambiental que tanto el grupo mencionado como el Colectivo Azálvaro, así como otros grupos ecologistas y naturalistas llevan años denunciando este tema, pero según comentan ni las administraciones responsables ni los gestores del centro han tomado las medidas adecuadas para parar esta sangría de aves necrófagas.

Por desgracia, otra noticia en este mismo número menciona a la provincia de forma negativa, es el caso de un interesante artículo del geógrafo y bombero forestal Jesús Abad, en el que se apuesta por un urbanismo sostenible que respete la biodiversidad que nos rodea, y en el que se habla sobre diversos hábitats borrados directamente del mapa por un urbanismo desaforado, incluso parece haber comenzado actualmente un nuevo boom inmobiliario con poco respeto ambiental.

Uno de los ejemplos abulenses que más repercusión tuvo en la prensa fue la proyectada urbanización de Villanueva de Gómez que supuso la tala de más de diez pinos en un espacio forestal de gran importancia e la comarca de La Moraña, afectando a territorio del águila imperial ibérica. Pero los ejemplos abulenses son una pequeña gota en un mar de despropósitos ambientales.

Y es que resulta curioso que estos desmanes casi siempre tengan lugar en entornos delicados, en bosques y espacios naturales interesantes. Existen muchos lugares donde crear urbanismo sin destrozar el hábitat, pero claro son menos atractivos. Es más cómodo destrozar un bosque para construir en medio de él que crear urbanizaciones y plantar cientos de árboles a su alrededor.

Por supuesto no todos son aspectos negativos en nuestra querida Ávila, ni los que nos presenta la revista decana de la prensa ambiental de Abril, ya que podemos leer reportajes curiosos e interesantes como los piquituertos diestros y zurdos, el catálogo inicial de especies protegidas e España de 1973, la desestimación de varios proyectos eólicos en la provincia de León por su grave impacto ambiental, o un estudio sobre el sorprendente estilo de vida del búho campestre. :-()

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