Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


El reciclaje no es algo banal: ¡recicla!

21/10/2020

HACE sólo unos días me llegó uno de los numerosos impuestos que todo (o casi todo) ciudadano tiene que abonar: la tasa de reciclaje, que en un principio podría asumir como aceptable si supiera que realmente se realiza de forma correcta, pero mi pregunta y la de otras muchas personas es: ¿Por qué tengo que pagar dicha tasa si ya separo yo los residuos?
Si un chatarrero se lleva la chatarra, o el cartón generalmente te abona por el material; algo similar ocurre con el plástico y el cristal, pero si yo lo separo y lo echo en el contenedor «oficial» correspondiente en lugar de pagarme, me cobran. ¡Es inadmisible! porque además ya se paga una tasa de basuras, aunque hay que ser conscientes también del coste de recogida y el de los contenedores colocados para dicho fin.
Soy  bastante metódico en el tema de reciclar, y siempre animaré a ello,  y me duele ver también cómo hay gente que pasa de todo y echa plásticos y vidrios en el contenedor orgánico, o cartones en el que le pille más cerca aún teniendo todos juntos, unos al lado del otro.  
España destaca para mal en la Unión Europea con el tema del reciclaje, aunque ha aumentado algo la concienciación de los ciudadanos durante los últimos años, pero seguimos por debajo de Francia o Alemania o Italia, aún muy lejos de los objetivos propuestos por la Unión Europea que requiere que en el 2025 al menos recuperemos el 55% de los residuos.
Además la COVID dichosa ha venido a complicar también este tema al multiplicar los plásticos, mascarillas y guantes que podemos ver incluso tirados por las calles y en los parques de nuestra ciudad.
Varios países más avanzados disponen de máquinas en grandes superficies en las que se depositan botellas y envases y devuelve al usuario un importe mínimo, aunque también existe polémica sobre el gasto energético que esto supone y la falta de concienciación medioambiental hacia el reciclaje a cambio de un ligero beneficio económico, pero sería una opción adicional.
Otro impuesto que sí pago sin dudar es la tasa de depuración de aguas residuales, pero he de confesar que tampoco cumple bien su cometido cuando llueve con cierta intensidad y todas las alcantarillas desde el puente Adaja hasta Fuentes Claras vierten sus inmundicias (con sólidos incluidos) a nuestro maltrecho río, convirtiéndolo en una apestosa cloaca.
A pesar de la pandemia que está destrozando muchas vidas y negocios, siempre que podamos debemos apostar por cuidar el Medio Ambiente y reciclar. Algo que a veces se olvida entre tanta confusión  :-)