Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Naturalistas en zapatillas

05/05/2022

Con este sugestivo y atrevido título estoy ojeando, hojeando y leyendo también uno de los últimos libros presentados por Cúpula (Editorial Planeta), en el que su autor José Luis Gallego acerca al lector al mundo de la naturaleza más cercana, esa en la que los animales y las plantas más comunes y que tenemos muy cerca de nosotros pasan generalmente desapercibidos y a veces permanecen invisibles a nuestro lado; en muchas ocasiones somos tan torpes que no nos damos cuenta de que la vida bulle a nuestro alrededor.

Porque como el escritor indica, la observación es la mejor forma de conseguir entender y aprender sobre estos seres algo olvidados y una buena ocasión para que apoyados de este manual numerosos naturalistas en zapatillas encuentren un estímulo para asomarse al balcón, salir a las calles, visitar los paseos más cercanos o la periferia de los pueblos, para seguir descubriendo cómo a unos metros de nosotros la rueda de la vida sigue girando sin cesar.

Lejos de ser una guía de especies tradicional en la que la fotografía y dibujos son prolijos y abundantes, este libro se basa en una lectura amena y descriptiva con numerosos consejos y orientación para todo el que desee adentrarse en este apasionante mundo de la observación de lo natural y las especies menos lejanas.

En nuestra provincia tenemos la suerte de contar aún con numerosas especies emblemáticas y muchas más no tan visibles pero muy curiosas, por lo que animamos a que los 'naturalistas en zapatillas' expandan su círculo más cercano hacia observaciones algo más complejas. Eso sí, siempre partiendo de la base de que no hay que molestar a ninguna especie ni alterar de ningún modo su espacio natural. Como bien indica José Luis Gallego, el uso de unos buenos prismáticos es primordial para este menester; y si no ves bien a los animales no necesitas acercarte más sino un catalejo de más aumento o un telescopio de observación con mayor diámetro en sus lentes.

Me gusta esta obra porque anima también a la creación de bosques, a salir al encinar en busca de bellotas para plantar después previo tratamiento inicial para facilitar su germinación, pero también hace una pequeña reflexión sobre las rocas más abundantes y comunes que tenemos a nuestro alrededor como pueden ser el granito, la pizarra o el cuarzo, minerales muy abundantes también en la provincia abulense.

Leyendo sus páginas nos anima también a contemplar a la fascinante araña del desván, e incluso nos desvela la extraordinaria vida de la cucaracha, o el pequeño pececillo de plata que frecuenta nuestros hogares y apenas descubrimos por su pequeño tamaño y hábitos nocturnos.

Cigüeñas, lechuzas, lagartijas, y pájaros cantores son también reseñados en la obra; sobre estos últimos hace un llamamiento a la libertad, a no enjaularlos y muestra su reticencia al silvestrismo.

A poseedores de balcones amplios, pequeños jardines o huertos también les hace un llamamiento a la plantación y cultivo de aromáticas autóctonas que reducirán mucho el consumo de agua y nos ofrecerán las fragancias más potentes, frente a una ornamentación más de temporada que antepone el colorido efímero de unas semanas frente a la perdurabilidad de las anteriormente mencionadas.

Aborda el autor también las casitas para insectos, los comederos para aves y el protagonismo del petirrojo, el pardillo o el mirlo como "jefes del jardín", junto a carboneros y herrerillos que parecen acróbatas en el comedero consiguiendo posturas inverosímiles para conseguir las semillas del mismo. La alteración de los hábitats y ecosistemas y la sobreabundancia de algunas especies como jabalíes o cotorras se menciona también en varias de sus páginas, donde se ofrecen algunos consejos sobre cómo actuar si nos encontramos con alguno de ellos.

Culebras y batracios, erizos y tejones, cernícalos y milanos, urracas y arrendajos… Todo un mundo viviente que tenemos ahí mismo, muy cerquita de nosotros y que para observalo, en muchas ocasiones no es necesario ser uno experto, sino un simple "naturalista en zapatillas" que a veces puede actuar sin salir de casa: desde la ventana, el balcón o el jardín. :-)

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