Domingo del Prado

Los lunes de Domingo

Domingo del Prado


El indulto de la factura de la luz

07/06/2021

Hoy cuento a vuesas mercedes
un enrevesado asunto
que nos tiene preocupados
a los otros, y a los unos.
La situación es muy tensa,
y es tema muy peliagudo:
Resulta que nueve presos
por «procés» inoportuno,
en el any deu y set,
en el mes de octubre, el uno,
ficieron algo ilegal,
el vil «Estat» los detuvo,
y metiolos en la cárcel,
o vulgarmente, en el trullo.
Mientras, el Don Pisdemónt,
en Guaterlú, donde estuvo
un tal Napo Bonaparte,
mantiene el «procés» a punto
y con mando telemático
desde allí atiende su curro
dirigiendo esa «coral»,
como hacen los buenos músicos:
la «Coral republicana»,
donde cantan los muy «tunos»,
los de Esquerra y los de Junts
—traducido, Izquierda y Juntos,
que ya parlo el catalán
a fuerza de tanto uso—.
Cantan: —¡Pensamos hacerlo
otra vez, en el futuro!
¡No hay propósito de enmienda!
¡Pues mira que son tozudos!
Si Pedro no lo remedia
—cosa que yo mucho dudo—,
nos mandarán a tomar
por sitio muy oportuno.

¡Hasta el Tribunal SuPrimo
lo considera un abuso!
Mas don Pedro El Resiliente,
sigue pesado y obtuso,
y no escucha las razones,
ni los consejos sesudos
de sus miles de asesores
que tiene en derredor suyo.
Y empéñase, contra todos,
en conceder los indultos.
Pone el mundo por montera
don Pedro I el Justo.
Se pasa el día predicando,
bien instalado en «Su Púlpito»,
que otros dicen «La Moncloa»,
en plan más técnico y culto.
Y se empeña en indultarlos,
y en eso es muy testarudo,
pues le interesan sus votos
«pa» seguir mandando a gusto.
Y dice: —¡Todo es por culpa
del Casado y de la Ayuso!

Los barones del partido
y tertulias y tertulios
de las radios y las teles
le espetan: —No seas palurdo,
que se irán votos y votas
de las urnas y los urnos…
—No nos fastidies La Rosa
ni nos cortes más capullos,
aunque ya las sus espinas
se nos clavan en el puño…

Según dicen las encuestas 
de su Tezanos impúdico,
su rosa se pondrá mustia,
ya no habrá nuevos capullos…
Insisten los sus barones
y «baronas»:  —No seas bruto.
Preocúpate de Marruecos,
de inmigrantes y cayucos
que nos siguen invadiendo
y llegando por un tubo.
¡Habla con «Don Mohamed»
y pon fin a ese «diluvio»!

Y siguen, dale que dale:
—Más terco jamás lo hubo.
Preocúpate de la luz,
que subió 40 puntos,
y nos va a arruinar a todos
su factura y su facturo,
que nos tiene consumidos
sin haber hecho consumo…
Porque… ¡menudo sablazo!
Don Pedro parece el Curro
Jiménez, el que en los montes
andaba con su trabuco
y su panda de bandidos
atracando a todo el mundo. 
Él nos hace andar a tientas
por los pasillos oscuros,
alumbrándonos con velas,
con candiles y carburos…
a las tres de la mañana,
dando tumbos y más tumbos,
poniendo la lavadora
para lavar los gayumbos,
que por ahorrar unos euros
están ya bastantes sucios.

Por eso, con gran respeto,
le pido a don Pedro el Justo:
Arréglenos esos temas
y olvídese del indulto.
¡Indúltenos la factura
de la luz! No sea tan duro,
que casi nos deja a oscuras,
a oscures, y a oscuros.
Y apago ya mi bombilla.
Lo dicho. Apagose. Punto.