Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


¿Una "abulense" en La Moncloa?

06/05/2021

Las encuestas la daban como vencedora en las elecciones autonómicas de Madrid, pero no con la abultada mayoría lograda. En una campaña electoral muy dura, con insultos, amenazas de muerte, cartas con balas, y hasta agresiones físicas, Isabel Díaz Ayuso fue «por libre» presentando propuestas beneficiosas para los madrileños –también serían buenas para otras comunidades– y tomando decisiones en plena pandemia del Coronavirus, que otros no se atrevieron a llevar adelante, a la vez que animando a los votantes apostaran por la libertad en todos los sentidos. Ello ha hecho que lograra el respaldo 1.620.213 votantes, barriendo en todos y cada uno de los distritos de la capital de España y en ciento setenta y cinco de los 179 municipios de la Comunidad. Solo en El Atazar y Fuentidueña de Tajo fue superada por el socialista Angel Gabilondo y en la localidad serrana de San Mamés empataron en numero de votos. Un buenísimo apoyo que, creo, no la impedirá formar gobierno en solitario. Basta con la abstención de Vox, cuarta fuerza política en la Asamblea madrileña con trece sillones, uno más que en 2019. El partido que queda sin representación, ya se manifestaba en las diferentes encuestas publicadas, es Ciudadanos. Su candidatura, encabezada por Edmundo Bal, no llegó al mínimo del cinco por ciento y perdió los 26 escaños que tenía.
Los esfuerzos de los partidos de izquierda, estaban obsesionados en desalojar de la Comunidad madrileña a los «fascistas», se han visto gravemente dañados. El PSOE, liderado por Ángel Gabilondo, ha encontrado el rechazo de los votantes obteniendo el peor resultado de su historia en Madrid. Ha bajado de 37 escaños en la Asamblea a 24.
Mismo número de escaños –en 2019 logró 20– ha obtenido Mónica García de Más Madrid, partido creado por Iñigo Errejón tras abandonar Podemos. Ella será quien lidere la oposición al tener más votos que los socialistas. A estos dos partidos el PP de Isabel Ayuso les ha superado en más de un millón de papeletas. 
Unidas Podemos, encabezado por Pablo Iglesias –dejó el Gobierno de España para estar donde creía ser «más útil»– consiguió subir de siete a diez escaños y queda en quinto lugar en la Asamblea. Un mal resultado que achacó al habérsele convertido en el «chivo expiatorio» que moviliza «los afectos más oscuros y contrarios a la democracia». Para sorpresa de todos, incluso de los suyos, en la noche electoral dijo que daba un paso atrás manifestando «dejo todos mis cargos, dejo la política de partido e institucional. Seguiré comprometido con mi país pero no voy a ser un tapón para una renovación de liderazgos.»
La otra vez presidenta de Madrid será Isabel Díaz Ayuso, madrileña con raíces en la localidad abulense de Sotillo de la Adrada. Una periodista que ingresó en las filas populares en el mandato de Esperanza Aguirre para reforzar el departamento de prensa del entonces Consejero de Justicia. Pronto se ganó la confianza de Aguirre, quien la encargó llevar el área digital del PP madrileño. Más tarde fue la responsable de la campaña digital de Cristina Cifuentes logrando auparla al despacho principal de la Casa de Correos en la Puerta del Sol. En 2019 Pablo Casado la presentó para encabezar la candidatura a la Comunidad consiguiendo, aunque no ganara los comicios, la presidencia madrileña con el apoyo de los diputados de Ciudadanos y Vox.
Este gran resultado de las elecciones de anteayer tiene un rostro y un nombre, Isabel Díaz Ayuso. En muy pocas ocasiones un político español ha logrado un triunfo tan personal e indiscutible como el que le ha alzado a repetir en la presidencia de Madrid, a pesar de los insultos y desprecios de la izquierda, la continua persecución por el presidente Sánchez y su Gobierno, los ataques constantes de algunos Medios de Comunicación y el abandono, en los peores momentos de la pandemia, de compañeros de su propio partido al llevar, en varias ocasiones, una política opuesta a la marcada por la dirección nacional. 
Ella ha sido la que se ha llevado de calle las elecciones en la Comunidad de Madrid con un millón seiscientos mil apoyos procedentes, además de los seguidores del PP, de simpatizantes de otras fuerzas. Han valorado su coraje, fuerza, saber llegar al electorado, estar convencida en las decisiones que tomaba y su defensa de valores como la libertad y la iniciativa. Por todo ello prefirieron este 4M depositar su confianza en la persona de Isabel, más que en su partido. Ocurre lo mismo en Vigo. Allí votan a la persona de Abel Caballero, no al PSOE.
Aunque dicen que extrapolar estos resultados con los posibles de las próximas elecciones generales no es lo propio, el carisma y la forma de hacer política de Isabel Díaz Ayuso –tan a pie de calle y llegando a la ciudadania– pueden cambiar las cosas y muchos comencemos a preguntarnos si quizás, por el PP, podremos tener ¿una «abulense» en La Moncloa?