AUNQUE ya se estaban realizando avances en materia medioambiental, la llegada de la pandemia puede haber llevado al ostracismo muchos de los planes de recuperación y protección de hábitats, no solamente a nivel mundial, sino también nacional y cómo no, provincial...
No sólo impacta la nueva irrupción del ladrillo en lugares de especial sensibilidad ambiental (parece que no aprendimos nada del estallido de la burbuja urbanística), también las constantes presiones ambientales tanto por parte de las explotaciones masivas de monocultivos y sus fumigaciones nocivas, así como la intrusión de las macro granjas en zonas cercanas a cursos fluviales o con aguas subterráneas susceptibles de ser contaminadas, parecen no tener control.
Por supuesto que las actividades productivas son necesarias, pero cuando se convierten en masificadas e intensivas los problemas tanto ambientales como de salubridad, están garantizados...
Y esto que las organizaciones ambientales están denunciando desde hace décadas, ahora un estudio a nivel internacional con la participación del CSIC ha confirmado que es vital el proteger los hábitats nativos para reducir este brutal impacto de algunas actividades sobre la biodiversidad periférica, pero también sobre la del propio Planeta.
Entre otros asuntos, el informe destaca que «parte de los paisajes originales han sido cultivados o destruidos, lo que ha derivado en inundaciones, aparición de especies invasoras y el deterioro de los beneficios ecosistémicos naturales».
A pesar de que existe un programa de conservación en gran parte del mundo para mantener un 17% de la superficie declarándolas áreas protegidas, dicho estudio señala que «son insuficientes ya que gran parte de la superficie restante está cubierta por paisajes agrícolas, en los que sería muy importante mantener o recuperar los hábitats nativos dentro de los mismos ya que generan numerosos beneficios para el ecosistema».
  Pero vamos, está claro que a pesar de los informes científicos y de las advertencias de los mismos, de poco parecen servir de nuevo los datos de la ciencia ya que como indican: «a pesar de la evidencia de los beneficios tanto ecológicos como productivos de los hábitats nativos se siguen deteriorando de forma acelerada, y su restauración continúa siendo muy limitada.  :-(