Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


2020 será difícil de olvidar

31/12/2020

Pocas horas quedan para que, afortunadamente, acabe este largo, duro y maldito año de dos mil veinte marcado, desde el pasado mes de marzo, por la pandemia del Coronavirus. Un 2020 difícil de olvidar, aunque quisiéramos, sobre todo por las mas de cincuenta mil personas que por su culpa han fallecido en España, aunque los cálculos del Instituto de Salud  “Carlos III” señala son cerca de setenta mil. En nuestra provincia superan el medio millar los abulenses muertos a cuyas familias enviamos desde aquí nuestro calor y recuerdo.
Una cifra de personas, no de números, escalofriante y que no es mayor debido a los muchos y continuos esfuerzos, sacrificios y dedicación de todo el personal sanitario, entregado desde la llegada del bicho –-con pocos medios– por atender y poder curar a cuantos ingresaban en los distintos centros hospitalarios. Tal ha sido su afán que un veinte por ciento de nuestros sanitarios -22.745- dieron positivo y cerca de un centenar - médicos, enfermeros, celadores- también fallecieron infectados trabajando contra el Covid19. 
Un 2020 a punto de finalizar, con cerca de un millón novecientos mil españoles contagiados batallando por ganar al bicho y que no queden secuelas, del que no olvidaremos la palabra “confinamiento”  pues ha sido el vocablo del año para la Fundación del Español Urgente de la Agencia de noticias Efe y La Real Academia Española. Confinados estuvimos en domicilios y Residencias de Mayores los primeros meses de la pandemia por razones de salud y  confinados prácticamente todavía permanecen los miles de propietarios y trabajadores de establecimientos de hostelería, restauración y pequeñas empresas, a quienes se han prolongado las duras, no sabemos si tan necesarias, medidas exigidas para intentar detener al virus. 
De la misma manera no podrán olvidar este horrendo año quienes por la pandemia han caído en la ruina y que, además de verse obligados a cerrar sus negocios, han tenido que acudir a la ayuda de familiares, amigos y distintas organizaciones sociales para poder vivir malamente pues las subvenciones ofrecidas por las administraciones de poco sirvieron. Otros aún tienen abiertos sus establecimientos con muchas restricciones pero intentando, sin perder el miedo, ser capaces de sobrevivir el mayor tiempo posible y esforzarse por salvar su empresa.
También por desgracia son muchas decenas de miles de españoles que no olvidaran este fatídico año, que les ha llevado a engordar las listas del desempleo y los bastantes que continuan sin recibir con regularidad las ayudas de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) lo que les hace vivir con demasiada penuria.
No olvidamos que este 2020 privó a muchas personas  practicar sus deportes favoritos y desde que se abrió un poco la mano lo realizan en condiciones inusuales. A otras miles se les ha vedado asistir a estadios de fútbol y demás recintos deportivos para ver y animar a sus equipos que siguen las competiciones sin ese calor que tanto dan los aficionados.
Difícilmente actores, músicos, artistas y miles de trabajadores que llevan con ellos olvidarán este año pues desde que llegó el bicho no se les permitió rodar, representar sus obras, dar conciertos en directo y ofrecer otra clase de espectáculos. Hace unas fechas se levantaron varias restricciones pero no las suficientes para respirar como quisieran.  Tampoco se les quitará de la cabeza este año al mundo del toro, que ha visto anulada totalmente su actividad con graves perjuicios para toreros, subalternos, apoderados, ganaderos, personal de cuadrillas y de las plazas, que continuan cerradas a cal y canto. 
Un 2020 que nos privó de procesionar por las calles de pueblos y ciudades la Semana Santa -parece que tampoco el próximo año tendrá lugar- y celebrar las muchas fiestas religiosas y populares bastante arraigadas por toda España. 
También este 2020 nos ha dejado cosas positivas que no olvidaremos: los aplausos diarios dedicados a los trabajadores que luchaban -siguen peleando- directamente contra el virus; sanitarios, voluntarios, militares, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bomberos, protección civil; personal de Residencias de Mayores, las mas afectadas por el Covid, trabajadores de limpieza, etc. Igualmente para empleados de supermercados, tiendas de alimentación, droguerias, farmacias, transportistas y otros, que hicieron posible no faltasen los productos de primera necesidad.
Y positivo de este año que va a acabar en unas horas es haber llegado hoy al número 40.000 de Diario de Ávila. Felicitamos y recordamos a cuantos desde el primer día hicieron y hacen posible el periódico llegue a sus manos y a ustedes, lectores, gracias por su confianza. ¡Larga vida!
Por todo esto y mucho más 2020 será difícil de olvidar.