Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Malos tiempos para la Naturaleza...

17/03/2022

Seguimos viendo cómo la guerra destroza ciudades, ilusiones y vidas y sigue teniendo en vilo a todo el Mundo. Las duras imágenes que contemplamos a través de diferentes cadenas llenan de tristeza a cualquier persona, excepto a los descerebrados que inician estas guerras y a los que poco les importa las muertes de nadie. Eso sí, envían a sus propios compatriotas a la batalla mientras ellos están bien protegidos y seguros lejos del conflicto. Los totalitarismos y extremismos de cualquier tipo nunca han sido buenos y sólo producen involución y un tremendo retroceso sobre un logro conseguido con sacrificio constante durante muchos años.

En cuestiones sociales y medioambientales leo hoy mismo que en nuestra Comunidad, gracias al pacto que puede entrar pronto en vigor, corren serio peligro no sólo el medio ambiente y la calidad de nuestro aire, aguas y suelos, sino también unos valores de igualdad que parecían inquebrantables pero está claro que no es así. Claro, que si somos demócratas, lo que se vota es lo que vale y hay que aceptar ¿o no?

La sombra de las minas a cielo abierto puede amenazar más aún nuestro territorio, e igual de peligroso aún, el llamado fracking, una actividad también peligrosa para extraer gas y petróleo, olvidada por ser ambientalmente nociva y que ahora puede verse promovida con los pactos actuales. Hay que recordar que este proceso extractivo consiste en perforar un túnel de 2 a 3 km de profundidad atravesando las diversas capas freáticas susceptibles de ser contaminadas, a pesar de que el foso se encapsula con acero y cemento. Al llegar a la zona de esquisto se disparan diversas cargas explosivas que disgregan la roca y luego se inyecta a gran presión agua, arena y productos químicos que liberarían el gas o petróleo en un líquido para procesar después. Según todos los informes este fluido tiene muchos contaminantes como metales pesados, toxinas e incluso puede contener material radiactivo. La posible contaminación del agua, tanto de freáticos como superficial es uno de los motivos por el que en varios países se haya prohibido ya esta práctica.

Con la noticia de la guerra y las imágenes atroces que recibimos casi en directo, a veces los problemas ambientales se dejan a un lado; se nos olvidan por momentos minimizándolos, pero hay que recordar que un entorno sano, un agua limpia y un medio ambiente sostenible garantiza el futuro y nuestra propia salud.

Los bosques aportan el aire que respiramos y depuran la atmósfera, el agua forma parte de nuestro mismo cuerpo, "Somos agua que piensa" como indica el título del último libro recién presentado ayer de Joaquín Araújo; nos alimentamos también gracias a los productos de la tierra, pero un exceso de contaminantes en ella como pesticidas, nitratos y una enorme lista ya detectada en nuestras aguas tanto superficiales como subterráneas prácticamente han roto un equilibrio muy sutil y necesario, que resultará muy difícil de recuperar.

Pero a veces me pregunto si realmente estamos involucionando, cuando se oye hablar de que las centrales nucleares son energía verde y aún recordamos Chernóbil o Fukushima donde aún sigue muriendo gente como consecuencia de la radiación producida en ambos accidentes nucleares y que se pueden convertir fácilmente en un objetivo militar en caso de guerra. Eso sí, los sucesos 'menos graves' quedan silenciados para el público en general que ni se entera, como los que ocurren también en nuestro país que sólo salen a la luz a través de medios especializados, o valientes, y no se entera casi nadie.

Mientras tanto, en un país con uno de los índices de insolación mayores del mundo, apenas se fomentan las instalaciones solares para el auto-consumo y las subvenciones correspondientes a particulares, pero sí se instalan macroproyectos fotovoltáicos para que las grandes compañías sigan cobrándonos "lo que les apetezca".

Y hablando de "macro" mejor no mencionar hoy el tema de las macrogranjas, industrias macro-contaminantes de las que probablemente volveremos a hablar en otra ocasión. :-()