Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


El extraño caso del chándal

16/04/2024

En el pasado pleno municipal, en el cual el alcalde de la Capital no supero la moción de confianza, surgió a instancia del mismo un debate interesante, pero de escaso interés, sobre un chándal que el portavoz de VOX (formación donde sus miembros suelen tener cierto gusto y elegancia al vestir) vistió en una cita días antes acudiendo a una llamada del regidor en un asunto municipal.

Un caso extraño que sin duda debía estar siendo investigado por la guardia local por si ello puede no ser un hecho aislado y convertirse en una situación de riesgo para el primer edil de la ciudad del rey y los caballeros, lo que obligaría a adoptar medidas de protección, sin desechar una mesa de expertos que lo analicen y den una solución adecuada, a ser posible de bajo coste. Tampoco sería descartable que se aprobara un reglamento a modo de código de vestimentas o contratar más asesores de imagen.

Esta situación viene a sumarse a otras que han venido dándose ocasionalmente por otros miembros de la Corporación -también del propio equipo de gobierno- que han acudido a recepciones y actos con traje y bambas deportivas (cuero azul y suela blanca) o bien con vestidos estridentes y nada armoniosos e inapropiados. La valía política no es cuestión de indumentarias (la vestimenta del político solo proyecta una imagen), aunque la forma de vestir refleja si la persona es más clásica o se guía por la moda, si es agresiva o pacífica o si su pretensión es seducir.

No se ha informado si ese chándal era de algodón o poliéster, si llevaba o no capucha o si pudiera ser de hip-hop o breakdance. Chándal – palabra francesa- proviene de los marchantes de ajos, cebollas y verduras de finales del s XIX, que la multinacional Le Coq Sportif lo diseño como "traje de los domingos". Ya en nuestro siglo el estilo Y2K lo acercó al mal gusto, pero fue el icono en la serie el "príncipe de Belair" y hoy es sinónimo de lujo, riqueza y tendencia. La pandemia, por otro lado, lo popularizó. La incomodidad del alcalde con el chándal es un enigma, no descartando algún trauma de juventud.