Hace tiempo que no te cuento los libros en los que ando enfrascada. Que no son pocos, dicho sea de paso. Pero voy a intentar, y conseguir, ser breve.  Estoy con unos cinco ensayos diferentes. Dentro de la misma temática, quizá, pero todos distintos. Acabé el de Toni Nadal, Todo se puede entrenar, descubrí más a la persona, y aprendí cómo Rafael puede ser Rafael y por qué Nadal me gusta tanto como profesional y como persona. Comencé Hoy me he levantado dando un salto mortal, y David Summers me está empezando a caer mal, con lo que me ha hecho bailar y reír y llorar este tipo. No me está gustando el cariz prepotente que toman sus palabras y he tenido que darle tiempo para no emponzoñarme más. El que me está pareciendo un caramelo balsámico para mi alma es el de Hay un mago en ti, de Miguel de Lucas, con quien tuve la grandísima suerte de realizar un curso de magia (y formas de presentación oral, trucos que usé en mi exposición didáctica en la oposición y trucos que me sirvieron, mil gracias). Está salpicado de verdad, de honestidad, de magia y de música. Todo lo esencial para que yo, al menos, dialogue con un libro. Porque no leo, hablo. Aprovecho estas letras para manifestar de nuevo mi enfado con Savater, con quien ya me enfadé y a quien apostillé, pero mucho, en su libro Tauroética, una contestación insolente y sin razón a la obra En defensa de los toros de Jesús Mosterín. Es cierto que me reconcilié con él con su obra La peor parte, pero hoy he recogido y relegado al ostracismo a sus libros que, si bien alguna enseñanza pueden arrojar, ya han quedado algo obsoletos. Vuelvo a Miguel. No te voy a contar nada más, pero después del libro que estás leyendo es el que te toca. 
De novelas ando un poco escasa. Estoy por empezar el de Rosa Montero, El peligro de estar cuerda. No ha habido forma de poder tenerlo en todo este tiempo, pero ya le va a llegar su turno. No obstante, acabé el último de mi Juanjo Millás, Solo Humo, que compré el 23 de abril y he leído en septiembre. Me ha entretenido, y charlas largas me ha propiciado. Pero no. Hay algo que no me ha gustado. A parte del final. Quizá sea que ya he leído tanto de él que nada nuevo en el horizonte me ha aportado este último trabajo. El anterior, Que nadie duerma, me cautivó (por cierto, se estrena peli en breve y la prota está interpretada por la gran Malena Alterio, por fa, cine de Ávila, traedla).   
En cuanto a tebeos también ando con bastantes entre manos. Desde Wonder Woman (quien ya ha cumplido 82 años y está más en forma que nunca, mujer maravilla de quien quiero saber todo, me agencié el tomo recopilatorio de George Pérez, tengo ganas de poder degustarlo como se merece) hasta el Caballero oscuro. Parece que soy más de DC, porque también estoy acabando Héroes en Crisis, y aunque no me está atrapando la historia tanto como yo pensaba, no está mal del todo. Cuatro grapas y acabo. Guardianes de la Noche va a pasar a ser referente en las clases de metafísica. Y para acabar el Viaje de Shuna, del gran Hayao Miyazaki (reverencia), de quien te recomiendo ver todos sus trabajos y el último, El chico y la garza, es un deleite para todos los sentidos (cine de Ávila, no digo nada).  
Te veo entre líneas y entre butacas.