El escenario de la plaza del Mercado Chico se abrió a una nueva edición de Cir&Co con un particular tranvía en el que cinco personajes compartieron parada, como una excusa para ofrecer diferentes disciplinas y un final inesperado. 

La buena asistencia de público de un principio se vio empañada por alguna queja sobre la poca visibilidad desde la parte de atrás (el espectáculo comenzó a ras de suelo), lo que llevó a algunos asistentes a levantarse y, en muchos casos, optar por verlo de pie desde el exterior. Es cierto que según pasaba el espectáculo, sobre todo cuando fue ganando en altura, todo se fue olvidando y los aplausos fueron siguiendo a los personajes y sus propuestas.

Llegados desde la Comunidad Valenciana La Finestra Nou Circ hizo una propuesta con sorpresas, con gente que no se conocía pero que aprendió a jugar entre ellos mientras ofrecían propuestas de payasos, malabares, acrobacias, aéreos... Todo ello unido a la música del espectáculo.

Un vagón de tranvía abre el escenario en el Mercado ChicoComenzaron los personajes desde la parte de atrás para dirigirse al tranvía que esperaba sus viajeros y fueron recibidos por la megafonía que a lo largo de la actuación fue poniendo la nota de humor.

Los primeros juegos comenzaron con pelotas y un sombrero y se llevaron los primeros aplausos. Eso sí, ante la advertencia de la megafonía de que no se podía jugar a la pelota la música fue ganando ritmo y llegó el momento del juego de las sillas. Esto antes de que el techo del tranvía también se convirtiera en una base para seguir con las actuaciones, apreciando el público especialmente los equilibrios desde él.

Hubo incluso momentos en los que los personajes parecían marionetas que se veían por las ventanas de un vagón por el que pasaba la vida, aunque en esta caso en forma de circo.