Septiembre es el mes de los buenos propósitos, de la vuelta a la rutina, el del fin del verano y también el de decir adiós a las vacaciones. Pero para las familias con hijos en edad escolar también es un mes de muchos gastos. Los libros, el material escolar, uniformes, ropa deportiva, actividades extraescolares.... Volver al cole supone una inversión importante para los hogares abulense que este año, parece, tendrán que hacer aún mayor esfuerzo teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la inflación, que también ha repercutido en libros y material, y que debido a la implantación de la Lomloe la mayoría de los libros de texto han cambiado.
Los libros suponen el mayor desembolso para las familias en esta vuelta al cole teniendo en cuenta, como apunta Gema Orgaz, de la librería Letras, que en el caso de los alumnos de Infantil de media este gasto se sitúa en 200 euros, cuantía que se eleva hasta los 320 para los estudiantes de Primaria y que ronda los 420 cuando se trata de alumnos de Secundaria. «La vuelta al colegio es dura porque implica un esfuerzo importante para las familias», reconoce Daniel Rincón, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Ávila (FAMPA), que lamenta que este año, en el que la mayoría de centros han cambiado los libros, las familias tampoco van a poder acceder al banco de libros de los colegios que hasta ahora solía aliviar un poco el esfuerzo económico de aquellas familias que no tenían beca.
Aunque reconoce que hay algunas excepciones, asegura Rincón que «cada vez se piden más libros, con precios desorbitados, y también más material». Por eso, desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA), a la que pertenece FAMPA Ávila, llevan años «exigiendo un banco de libros real al que puedan recurrir todas aquellas familias que no quieran adquirir los textos». Y es que, afirma Rincón, aunque existen ayudas regionales para la compra de libros de texto en comunidades como Castilla y León, donde se cuenta con el programa Releo, éstas llegan a muy pocas familias porque los baremos son «muy restrictivos». Además, prosigue el presidente de FAMPA Ávila, tampoco para los beneficiarios las ayudas para libros de texto del programa Releo son la panacea. Por varios motivos. El primero que los libros se abonan varios meses después de haber tenido que hacer el gasto, lo que implica que, por ejemplo, una familia con dos hijos tenga que adelantar en septiembre, de media, 700 euros. «El Releo es un sistema muy tramposo porque hay que adelantar el dinero», señala Rincón para criticar también que las cuantías de estas ayudas están, además, «muy desactualizadas» teniendo en cuenta que el importe máximo de la beca es de 250 euros por beneficiario y que prácticamente en todos los ciclos educativos los libros superan esta cantidad por lo que la beca no suele cubrir casi en ningún caso el gasto total de los libros de texto. «Hay varias comunidades donde existe gratuidad total de libros de texto, pero en Castilla y León no es así», critica el presidente de la Federación de Madres y Padres de Ávila que lamenta, además, que el banco de libros en esta comunidad es «prácticamente nulo» y más aún en un curso como éste en el que debido al cambio de ley muchos textos se han cambiado también.