La Virgen de las Angustias no pudo salir por amenaza de lluvia

P.R.
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El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, estuvo presente en los actos de la jornada central de la Patrona de Arévalo

La frustración llegó ayer a muchos de los arevalenses que vieron como su la imagen de su patrona, la Virgen de las Angustias, tuvo que permanecer a la puerta de la parroquia de Santo Domingo de Silos y no poder salir en procesión por las calles de la ciudad, como es tradición cada mañana del 9 de febrero.  En muy pocas ocasiones hay excepciones y ayer ocurrió una de ellas. La amenaza de lluvia obligó a suspender la procesión. La imagen salió a la puerta y en este lugar el obispo de la Diócesis, Jesús Rico, rezó un responso y de nuevo la imagen mariana regresaría al interior, para que los feligreses se acercaran a venerarla.

Esa frustración la mostraba el nuevo  fiel o presidente de la Archicofradía de la Virgen de las Angustias, recientemente elegido para el cargo. «Sentimos frustración porque no hemos podido salir con la Virgen. Después de la alegría que tenía la gente, porque después del  Covid hubo un bajón, pero eso se levantó y ahora con la lluvia hemos tenido que suspender la procesión». Reconoció que no se había podido salir porque  «la lluvia daña el manto y la corona de la  Virgen como ya ocurrió en otra ocasión, que salió y nos pilló la lluvia por el camino y aunque la protegimos con un plástico se dañó la corona. Cuando amenaza lluvia es mejor no salir porque si salimos y nos pilla habría que regresar corriendo», señalaba el nuevo fiel.

Para la jornada central de las fiestas de Arévalo en honor de la Virgen de las Angustias se había dado cita un invitado especial, el presidente de la Junta,  Alfonso Fernández Mañueco. Junto a él también estuvieron la consejera de la Familia, María Isabel Blanco Llamas y la directora general de la Mujer, la abulense María Victoria Moreno Saugar. Junto a ellos también se dieron cita las autoridades provinciales como el presidente de la Diputación, Carlos García y el delegado territorial, José Francisco Hernández Herrero. También los parlamenterios nacionales  Héctor Palencia, Patricia Rodríguez y Jesús Caro. Actuó como anfitrión, el alcalde de la ciudad, Vidal Galicia. Junto a ellos estuvieron presentes también otros alcaldes de municipios vecinos. Y, claro está, el pueblo de Arévalo, que no falta a la cita cada 9 de febrero para honrar a su excelsa patrona.

Fiesta de las Angustias en ArévaloFiesta de las Angustias en Arévalo - Foto: David CastroEucaristía. La Eucaristía solemne fue presidida por el obispo de la Diócesis, Jesús Rico, que era la primera vez que presidía esta ceremonia religiosa en Arévalo. 

En su homilía el prelado abulense pronunción  una auténtica  catequesis mariana, en la que  ensalzó los valores de la Virgen María, en el caso de Arévalo bajo la advocación de la Virgen de las Angustias.

El prelado recordó que el Evangelio sitúa a María en el momento cumbre de la vida de Jesús, junto a la Cruz, como recuerda el Evangelio de San Juan. «María acepta a Jesús y su sí era un sí rotundo a su persona y a su obra, a sus palabras y a sus hechos y por eso estaba junto a la Cruz de Jesús». Recordaba el prelado abulense que en «esta sociedad pluralista y tantas veces conflictiva se nos exige una fe madura, adulta, responsable. Una fe que acepta a Jesús y a su Evangelio, como norma de nuestra existencia cristiana». Por eso recordaba Rico que  «los creyentes no podemos hacer otra cosa que lo que hizo María, estar junto a Jesús. Y  junto a esta cruz creer en el que nadie creía porque su fe se orientaba a la vida y Jesús era vida».

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Fiesta de las Angustias en Arévalo
Fiesta de las Angustias en Arévalo - Foto: David Castro
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Fiesta de las Angustias en Arévalo - Foto: David Castro

Destacó el obispo que María se convierte hoy para nosotros «en el modelo de esperanza». Y añadió,               «en este convulso siglo XXI necesitamos esperanza como la tierra necesita lluvia, pues nada nos atormenta hoy que encontrar el sentido pleno de un mundo abrumado de incertidumbre. El ser humano no solo tiene esperanza, sino que vive en la medida en que alberga esperanza en su interior por débil que sea. Permaneciendo siempre con nosotros como madre de la esperanza, nos guía en nuestro camino, nos enseña a creer, a esperar y a amar».