Francisco Muro de Iscar

MUY PERSONAL

Francisco Muro de Iscar

Periodista


Defender a los ciudadanos o dañarlos

11/01/2024

El "numerito" de Junts con los tres primeros decretos ley del Gobierno, dejando al presidente con las vergüenzas al aire, es sólo el aperitivo de lo que va a ser la legislatura. Esta comida tiene un menú de degustación largo y costoso, como si lo sirviera el mejor y más imprevisible chef del mundo. No depende de los productos de temporada sino de las ocurrencias que tenga cada día.
Lo lamentable es que Puigdemont no pasa de ser un cocinero de un mal bar de carretera, pero el suyo es el bar al que puede acudir este gobierno si quiere comer todos los días, aunque sea con alimentos caducados.
El ministro Bolaños, que es el perfecto alter ego de Pedro Sánchez -hasta que ya no le sirva y le despida- ha presionado a Junts diciendo que "se trata de defender a los ciudadanos o dañarlos". Cuando Junts le ha dicho que no, ha recurrido al PP que, lógicamente, ha dicho que lo tienen fácil: rompan esa alianza imposible y pactemos los grandes asuntos de Estado. Y vuelta a ponerse de rodillas ante Puigdemont.
Así que, preparémonos para lo peor. Algunas voces sensatas del PSOE dicen en privado -en el futuro su partido pagará el silencio culpable de los que no estaban de acuerdo y no hicieron nada- que "así no vamos a ningún lado". No es verdad, vamos de entrega en entrega hasta el suicidio final de un partido domesticado por Sánchez, indispensable para la gobernabilidad de España.Tiene razón el ministro Bolaños que, me temo, nos va a dar muchas tardes de gloria, cuando dice que se trata de defender a los ciudadanos o dañarlos.
¿Es defender a los ciudadanos o dañarlos el que cada español tenga que pagar más de 300 euros para cubrir esos 15.000 que, de momento, el Gobierno ya le ha dado a Cataluña, siguiendo las instrucciones de Puigdemont?
¿Es defender a los ciudadanos o dañarlos que el Gobierno esté dispuesto a "incentivar" -para muchos políticos catalanes y no pocos empresarios, la pasta es lo primero- a las empresas que se fueron de Cataluña huyendo de la locura independentista para que vuelvan ahora? ¿Se prestará a "amenazarlas" o sancionarlas con multas y represalias si no lo hacen, como exige Puigdemont?
¿Es defender a los ciudadanos o dañarlos usar las leyes, o peor, los decretos ley, sin negociar su contenido en el Parlamento, para privilegiar a unos pocos y perseguir a los que piensan diferente y poner la seguridad jurídica del país, el mismo Estado de Derecho, en riesgo por intereses personales y de partido?
¿Es defender a los ciudadanos o dañarlos que los Fondos Next Generation de la Unión Europea hayan favorecido a la mayoría de las empresas públicas y sólo a poco más del 10 por ciento de las empresas privadas?
¿Es defender a los ciudadanos o dañarlos que el Ministerio de Sanidad, ahora liderado -es una suposición- por la crítica Mónica García, imponga el uso de las mascarillas en centros sanitarios, contra el criterio de las comunidades autónomas que son las competentes en materia sanitaria y no haber elaborado y consensuado, con las enseñanzas de la pandemia, un plan para hacer los cambios y reformas necesarios para hacer frente a situaciones de riesgo?
Defender a los ciudadanos es negociar acuerdos de Estado con el principal partido de la oposición y no con minorías sectarias o independentistas, legislar para todos los ciudadanos, especialmente para los más vulnerables, bajar el IVA de productos básicos, ayudar a las familias, favorecer el trabajo de los autónomos, deflactar el IRPF, ayudar a las empresas a mantener el empleo fijo. Dañar a los ciudadanos es aceptar el chantaje de los que buscan sólo su beneficio.