Un ascenso "muy trabajado"

Alberto Sánchez
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Iván Lastras, entrenador del DiocesÁvila, pone el acento en la implicación de la plantilla durante la temporada. «Han creído en nuestro modelo de juego, en lo que les hemos transmitido»

Un ascenso "muy trabajado"

Hace un año «nos tocó vivir la cara amarga del deporte».Esta vez el camino es a la inversa, de abajo hacia arriba, como el gesto de la cara, ahora protagonizado por una sonrisa. Porque el DiocesÁvila UCAV está de vuelta en Tercera un año después. Ha sido gracias a un año «de mucho trabajo». No es de extrañar que mientras en el autobús de regreso a casa la expedición colegial seguía la fiesta por el ascenso, IvánLastras respirara hondo . «El último mes ha sido de mucho desgaste» confiesa el técnico abulense, que ha conseguido devolver a los chicos del Sancti Spíritu a Tercera RFEF, una categoría «muy bonita, una categoría para disfrutar pero también para sufrir».Así será la Tercera 2023-24, allí donde, si nada cambia, IvánLastras volverá a dirigir el proyecto colegial un año más.  Porque aunque ahora está exhausto y hay que recargar las  pilas, Tercera es un 'caramelo' que merece saborear.  

Al contrario que hace un año, «ayer –por el sábado– las caras eran totalmente diferentes.Eran de felicidad, de satisfacción por el premio y la recompensa a todo lo que hemos trabajado durante el año». Lo han conseguido con una jornada de antelación, sin tener que esperar a un último encuentro en el que, bien escierto, hubieran tenido a la afición de su parte pero nunca se sabe lo que podría haber ocurrido.Lo hicieron en La Ermita, en Abejar, a 239 kilómetros de distancia. Allí cantaron el alirón.

«Hemos tenido que trabajar mucho y muy bien.No ha sido sencillo aunque haya podido haber jornadas y tramos de la competición en los que podía parecer que nos iban a sobrar puntos».Sin ir más lejos, al parón por la Semana Santa llegaron con 9 de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, entonces el Briviesca. «Sabíamos que nos llegaría nuestro bajón. Lo tuvimos y supimos reaccionar a tiempo» comenta ante lo que vino inmediatamente después, como los empates ante el Calasanz o San José pero en especial una derrota ante el Briviesca que hizo temer lo peor.  Se aguantó entonces el tipo para sostener el que era ya el objetivo, el campeonato y el ascenso directo, «porque sabíamos que si teníamos que coger el camino del playoff iba a ser muy complicado. Porque por ese camino sólo asciende uno y un mal partido te manda a casa».

Cuando el equipo comenzaba la pretemporada y se diseñaba la plantilla «teníamos miras de estar arriba, pero no faltaba la incertidumbre, porque aunque renovamos a una base importante de jugadores, apostamos por un bloque de jóvenes.Al final miras hacia atrás y es para estar contento porque todos confiaran en nosotros, porque hayan creído en nuestro modelo de juego, lo que les hemos transmitido» comenta IvánLastras ante la importancia de un vestuario que ha sabido creer y responder a lo que quería el técnico colegial. Los números hablan por sí solos. Han sido 22 victorias en 31 partidos. «Es una categoría en la que no es sencillo ganar, mucho menos fuera de casa.Tiene mucho mérito lo que hemos conseguido.Hemos sido muy regulares, muy sólidos en defensa. El equipo ha ido de menos a más». Una temporada en la que IvánLastras pone el acento en la evolución de los suyos. «Al principio se ganaba, pero no conseguíamos tener buenas sensaciones.Ahora ha sido todo lo contrario. La sensación era de equipo sólido, fiable».

Cogieron el liderato en la jornada 8ª, «un punto de inflexión». Desde el comienzo de la temporada «el Briviesca cogió un ritmo que parecía imposible de seguir. En las primeras jornadas no estábamos contentos con lo que veíamos pero el equipo ganaba y eso te ayuda a crecer. Sabíamos que el Briviesca tenía que ir a Cebreros y después tenía su jornada de descanso. Podíamos depender de nosotros mismos y así fue». Fue un punto «de inflexión» para todos donde comenzó a fraguarse el campeonato y el ascenso.

Pasado, presente y futuro

Hacía tiempo que Somoza ya no se veía al frente del equipo. Lo había intentado dejar mucho antes, pero no encontraron las manos –adecuadas o no– sobre las que depositar un primer equipo al que la calculadora aún le decía que tenía puntos para conseguir la permanencia pero al que las sensaciones le quitaban las razones que le daban las matemáticas. Fue entonces, a inicios de febrero, cuando el Colegios Diocesanos –ahora DiocesÁvila– presentaba a IvánLastras como  el elegido. No hubo dudas en su elección. Fue el propio Somoza quien le propuso como su mejor 'relevo'. Ya lo había hecho en el pasado, cuando le relevó al frente de un División de Honor que por primera vez había logrado la permanencia en la categoría. Esta vez era distinto.Era un 'marrón'.Porque aunque el objetivo que se pedía y anhelaba era la permanencia, la realidad es que esa suerte ya estaba agotada. Era cuestión de mirar a futuro. Y aquel futuro es este presente. «Cuando cogimos el equipo había mucha gente que me decía que dónde me metía». Salvar al equipo era imposible. «Me marqué el objetivo de enganchar a la gente a nuestro proyecto, de que el equipo viera cómo éramos». Cuando cogió el equipo, era el club y el vestuario los que le necesitaban. Cuando acabó aquella 2021-22 y el equipo descendía a Regional era Lastras el que les necesitaba a ellos. Y ellos respondieron. «Bajar a Regional no es sencillo».Los capitanes dieron un paso al frente. «Después de un descenso apostaron por nosotros. Aquel tramo de competición en Tercera a nivel de resultados no sirvió, pero sí nos sirvió para conocernos y armar este proyecto». Un proyecto con los 'pesos' pesados pero también con caras nuevas, con chicos de la base. Y esa base y esos veteranos, esa mezcal y ese sentimiento de pertenencia es lo que les ha dado la alegría en el presente y se la puede dar a futuro.