Editorial

El mercado inmobiliario local presenta algunos riesgos

DAV
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El mercado inmobiliario está viviendo una nueva convulsión, con características diferentes a las que definieron la crisis de 2008, donde hubo efectos devastadores por aquellas entidades financieras que apenas tenían sustento para afrontar la burbuja. Esta convulsión es probable que empiece a mostrar efectos en fechas próximas.

En primer lugar, hay detalles globales, como la subida de tipos de interés como medida para atajar la altísima inflación que se viene padeciendo desde hace meses, y que, al margen de que buena parte de los ciudadanos lo ven como una amenaza sobre su economía doméstica sin comprender la medida, está incitando a una marcha atrás en algunas operaciones inmobiliarias, dado el coste que supondrá para el comprador si éste se decanta por un tipo de interés variable en la hipoteca. Además, en un futuro próximo seremos testigos de los apuros que pasarán miles de familias a la hora de hacer frente a los recibos hipotecarios mensuales, que este último año y medio se ha podido encarecer en algunos casos unos 400 o 500 euros al mes. 

Independientemente de esas amenazas globales, sobre las que poco se puede hacer, más allá de renegociar unas condiciones y buscar un tipo de interés fijo, que ya es difícil encontrarlo sin que esté desmadrado, el mercado local presenta unas singularidades que bien merecen una reflexión.

Más del 40% de las compras de bienes inmuebles que se realizan en esta provincia es de gente que reside en la Comunidad de Madrid, según los datos que maneja el Ministerio de Transportes, aunque es fácilmente deducible que buena parte de ellos puedan tener raíces abulenses. Ávila sigue siendo una oportunidad para Madrid, donde pueden encontrar viviendas a un precio mucho más asequible dado el encarecimiento de estas en la comunidad vecina, tanto para venta como para alquiler. 

Esta situación puede acelerar un incremento de precios locales, que ya se está percibiendo, especialmente en materia de alquiler, a lo que se le suman otros ingredientes como la escasa oferta y una amplia demanda en momentos puntuales –en buena parte propiciada por los alumnos de Escuela de Policía–.

Escaso margen de maniobra hay ante esta situación del mercado libre de vivienda, más allá que apelar a la consabida responsabilidad para que esta amenaza latente se convierta en una oportunidad para una provincia que tiene que seguir beneficiándose de la proximidad al gran mercado que ofrece la comunidad madrileña.

Si no, lo que se conseguirá es que más abulenses tengan que encontrar su futuro personal y profesional fuera de la provincia, lo que lastrará el crecimiento poblacional que, hoy por hoy, es el gran reto que hay que afrontar.