Mariano de la Puente

Percepciones

Mariano de la Puente


Machotes

03/09/2023

Una remesa de hombres llega al poder. Rigen los destinos de algunos estados y organizaciones, son los machotes, vigorosos, bien plantados y valientes como los describe el DRAE. Son seres extraños, prepotentes e intolerantes, que parecen salidos del pasado. Quieren implantar sus creencias y doctrinas con métodos nada ortodoxos. Los que no somos vigorosos, valientes y bien plantados no entramos en esa categoría, y saben que les digo: mejor.
He aquí algunos ejemplos que traspasan la barrera de la discriminación sexista, los amos del universo. Trump condenado por abuso sexual y difamación hace tres meses, de nuevo en los tribunales, parece ponerse la ley por montera, aunque de vigoroso tiene poco, pues ya lo es su amigo, el de los cuernos, que asaltó el Congreso de Estados Unidos. Erdogán, según se mire; sus actuaciones dejan que desear al pedir a los jóvenes de su país que rechacen la homosexualidad; ¿está en la onda premiocénica con sólo 69 años? No olvidamos a Orbán y Duda (Hungría y Polonia) con sus leyes sobre homosexualidad e «ideología LGTBI». La Unión Europea les recuerda cuales son los valores europeos: ellos son una vergüenza.
El gran exponente, sin duda, el Sr. Putin, el prototipo: montado a caballo con el torso desnudo !Que tienes 71 años¡ Narraba Le Monde en 2019 la plaga de asesinatos machistas en aquel país, pero ya antes, el presidente ruso en un discurso de 2014, calificó al Occidente cultural de «castrado y estéril frente a la virilidad rusa como fuerza política» ¿cabe peor expresión de carácter sexual? (artículo de Arjun Appadurai). Otros especímenes ya se han ido, Berlusconi, quien sembró el mal ejemplo con su frivolidad y las Mama Chicho de su cadena televisiva. Estos son los machotes internacionales, aunque hay muchos más como Maduro, Duterte, Bukele… la  lista es extensa. Luego están los machotes  locales, como el representante futbolero de cuyo nombre no quiero acordarme. Estos personajes llevan el carácter dentro. Exhibición testicular impúdica, innecesaria e insolente. ¡Que pena de mano biónica autónoma que hubiera apretado hasta romperse!
Junto a estos especímenes internacionales y nacionales encontramos a otros que también se exhiben a caballo por las tierras patrias y por los clubes de alterne. A esa patulea de personas –por llamarles  de alguna manera– despreciables y prepotentes, hay que añadir los que pululan por programas televisivos cutres que producen alipori.
El ámbito de poder en el que se mueven supone un gran peligro en lo ideológico, en lo social e incluso en lo físico por tener a su disposición la maquina de cortar el bacalao y capacidad para dictar normas. Provocan gran inquietud para los ciudadanos ya que parecen intocables, y alguno se defiende argumentando que se mueve en el ámbito privado, ¿eso da patente de corso?
Estos personajes consiguen eliminar de un plumazo a quienes les estorben. Con las leyes antitrans como las promulgadas en Rusia, su poder es comprobable en acciones y campos múltiples, nada les para. Recomiendo, si pueden, vean 'Los crímenes de Londongrado', una rigurosa investigación periodística que muestra hasta donde llegan algunos prebostes de la política, puro terror: violencia emocional y física con intensa adrenalina machuna, aunque centrada en el plano político y de corrupción.
Aristóteles ya había pecado contra la mujer en su obra: 'Política'. Occidente y Oriente hunden sus raíces culturales y sociales en la tradición religiosa, luego están los exégetas de los libros sagrados que traducen a conveniencia. 
No sólo el mundo occidental sufre la desgracia machista. En algún país árabe recuerdan a sus machotes que disfrutarán de las huríes, varias, «cada una de las mujeres bellísimas creadas, según los musulmanes, para compañeras de los bienaventurados en el paraíso» (Surah 52.21) ¿Y para ellas? pues también, las espera ¿«uno»? ¿Puede haber algo más machista y discriminatorio? ¿Y la Biblia? Para empezar la mujer es un subproducto, creada de la costilla de un hombre, aunque en el Nuevo Testamento se la resarce un tanto como mensajeras, pero aún hoy no han alcanzado la posibilidad de ser sacerdotisas.
Las sociedades occidentales, de cultura cristiana, no se cortaron en tener a la mujer arrinconada, y a la tradición me remito: «la mujer la pata quebrada y en casa». Nuestro refranero es pródigo en referencias que son poso de la experiencia sobre la realidad de ciertas épocas; obviamente se ha avanzado mucho ¿suficiente? 
La mayoría de nosotros, los hombres, seguimos teniendo, por gracia de la cultura inculcada, acciones de difícil explicación.
Cuentan por Asturias que eran tiempos de hambre y una granja sufrió dos robos. En el primero se llevaron un cerdo, y en el segundo, la autora, una mujer abandonada, se agenció una ristra de chorizos. Detenida al salir dejó claro que, por un chorizo no iba a cargar con todo el cerdo. Así lo cuentan y hasta ahí puedo escribir.
Sería deseable una sociedad cuyos fundamentos se basaran en La Declaración Universal de Derechos Humanos cuyos artículos primero y segundo comienzan: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición»
¡Fíjense!: no habla de hombre o mujer sino de personas y seres humanos.
La Declaración Universal sólo tiene 30 artículos y, como defendemos siempre sobre la Constitución, los niños, niñas, jóvenes  y mayores debieran, leer y escuchar; y los maestros y educadores trabajar esto como un mantra machacón, como un raka´ah musulmán, o una letanía cristiana.
Miedo dan esos machotes prepotentes que nos acompañan, que olvidaron aquello de vive y deja vivir. Alguno, incluso, mata.