El Real Ávila se queda solo en lo más alto.Pese a toda la polvareda que se ha levantado por cómo llegó el triunfo ante el Atlético Tordesillas –polémicas arbitrales de por medio– lo cierto es que el equipo encarnado disfruta en 'exclusiva' de una primera posición que se ha ganado por méritos propios, aunque ahora algunos pretendan ponerlo en duda. Los de Miguel de la Fuente supieron rehacerse ante el Atlético Tordesillas demostrando que saben remontar. Por primera vez en la temporada los del Adolfo Suárez se veían en su propia casa por detrás en el marcador. A mayores, nadie hasta este domingo había conseguido hacerles dos goles. Sin embargo reducir la reacción, la remontada y el triunfo de los encarnados a las decisiones arbitrales sería un error. Porque los encarnados volvieron a dar una nueva lección de carácter y de capacidad de reinventarse a lo largo de un partido. Lo hicieron ante el Almazán en un choque en el que fueron aún más superiores cuando se quedaron con diez, y lo escenificaron de nuevo ante el Atlético Tordesillas cuando todo estaba en contra. Porque los de Las Salinas tenían el partido en su mano y dejaron de tenerlo tras los cambios de De la Fuente, un técnico cuyo manual de respuestas y soluciones parece inabarcable.
Todo ello para sumar tres puntos que, si ya eran cotizados por quién era el rival, tomaron un mayor valor por el empate de una Deportiva Leonesa B que 'pincho' en Almazán en una pelea a dos que en estos momentos no permite aflojar el paso. Y con todo ello se dibuja un escenario con el que pocos soñaban este verano, cuando De la Fuente llamaba a la calma ante las pretensiones de un club que quería el ascenso vía campeones.
En apenas dos jornadas se cumplirá el primer tercio de la temporada y el Real Ávila se asoma a una cifra ya significativa desde lo más alto, con dos puntos de ventaja sobre la Leonesa B, pero lo que es más importante, con seis de distancia sobre Salamanca UDS, Atlético Tordesillas o Palencia. «Le doy mucho valor» decía Miguel de la Fuente ante la situación en la que se maneja el equipo, el rival a batir. Como suele decir el técnico vallisoletano, la presión ahora es para los que vienen por detrás. Porque si le dejan, este Ávila se va hacia arriba.