Finalizada "La gran representación", y con esta canícula, es de justicia ofrecer un poco de frescor al sufrido lector y elector tras el frenesí y la amenaza de posible repetición electoral. A esos díscolos les recordaremos a Covarrubias Orozco (1611): "quien no cree a buena madre, crea a mala madrastra". Cuidado con lo que se desea. Mientras sus señorías se dedican a la zozobra, a las serpientes de verano siempre interesadas, y los silencios impostados, a los mortales nos acecha la rutina laboral, familiar y política o sea, la vida misma.
Querido ciudadano, aproveche lo que queda de agosto y reponga energías, eso sí, ándese como las liebres con un ojo en la tumbona y otro en lo que viene, pero !no huya¡. Acabe de leer ese libro que le entusiasma tanto, y si lo está escribiendo, como algún amigo que amante del fuego fervoroso remolonea en torno al teclado, hagan un último esfuerzo. 
Ataque con los amigos ese tinto de verano, la cervecita y si es abstemio un refresco sin alcohol; y si le van las mezclas siempre podrá tomar «un parlamentario»,  ese combinado de sabores y colores. Recuerde: primun vivere et deinde philosphare, sólo se vive una vez. Un servidor repone energías al estilo abulense o sea chuletón de casa Jorge y vino de casa Pepe Rojo, porque se necesita algo más que un refrigerio para aguantar el devenir político. 
Voy a compartir inter-nos, si me permite, unos comentarios sin ánimo de inquietar, aunque dado el curso que nos espera ¿quién sabe?
Los señores diputados proclamados por la Junta Electoral Central abrirán el día  17 la decimoquinta legislatura. A partir de ese momento empieza la función y tras el cumplimiento de los protocolos pertinentes, primero Mesa del Congreso, llega la ronda de consultas buscando el número mágico, 176, el dilema, conseguirlo o evitar que el adversario lo consiga. El articulo 99 de la Constitución alumbra el camino y la intriga, ¿quién será el candidato? ¿Se logrará a la primera o habremos de espera a la mayoría simple?
Demediado agosto, diputados ufanos habrán conseguido una portavocía, comisión, o puesto que muestre su cara además de su dedo decisor, un escaño con fundamento. Todo diputado debe colmar sus expectativas y no quemarse para evitar el egocentrismo, esa carcoma que mortifica y consume a quien la padece. 
Junto a los de la carcoma están los de la carcunda, enemigos del cambio y la innovación, con ideas propias de otros siglos: independentistas, nacionalistas románticos, trasnochados añorantes del carlismo o de la casa de los Habsburgo, de los Reyes Católicos, una amalgama, en fin, de personajes desordenados y fastidiosos. Paciencia.
Empezaremos el curso con las sempiternas asignaturas pendientes. En lo público: monarquía o república; estado federal, o esa sinarquía con mucho príncipe para tan poca pasta ¿Recuerdan aquello de solidaridad y justa redistribución? Y las asignaturas pendientes en lo privado, las de siempre: aprender inglés y pagar la hipoteca. No se ría, son los estribillos cansinos, cargantes sin solución de continuidad ¿Cuando entraremos los españoles en el siglo XXI?
Los sesudos constitucionalistas, dependiendo de su origen, volverán a la carga acerca de las consultas populares, o sea, los referendums. Repasarán e interpretarán los artículos 92, 167 y ss. de la Constitución. Léalos, son importantes e interesantes y necesarios para argumentar ante tanto cenutrio, y para que no nos la den con queso. La Constitución marca los parámetros de comportamiento para todos: ¡todos!
¡Ah!, y no podremos encomendarnos a ninguna divinidad, ni instancia religiosa, pues los padres de la patria decidieron  que ninguna confesión tendría carácter estatal, eso dice la Constitución, así que la única salvaguarda a la que acogernos es la ley, y más ley, y al que no… zurriago.  
A estas situaciones acompañarán los personajes que protagonizarán el curso. Veamos.  ¿Cuántas veces han matado a Sánchez? -políticamente no sea usted bruto- ¿Y cuantas ha resucitado? Llegó en 2014 como parche provisional al aparato del PSOE y ahí sigue, 10 años después, no obstante, los socialistas deberían ir preparando el banquillo para el futuro. Los aspirantes no deben asomar mucho la cresta, por si hay otros gallos en el corral, pues ya se sabe: cantan mucho y cantan mal.
¿Y la oposición? Casado llegó en el 2018 a la presidencia del partido. Tenía talante suficiente, un futuro prometedor y planta, pero había otros muchos aspirantes ocultos dentro del propio partido, incluso alguno auspiciado por él mismo, a los que sumar otros adversarios prófugos que le pusieron la proa desde posiciones ultras… sobrevivió hasta 2022. Estaba rodeado, como diría mi amigo Federico, y en política estos cercos suelen ser mortales.
Llegó el Sr Feijóo, con algún traspiés electoral, pero aún están tomando asiento en el Congreso, concedámosle el derecho a la duda, pues deseamos un parlamentarismo asentado, alejado de la estridencia. Un buen gallo en cualquier gallinero canta: ¿es el caso? El futuro dirá, pero por las noticias parece que el coronel Feijóo no tienen quien le escriba.
Nuevos tiempos hacen deseable que los jarrones chinos se queden en su rincón, que las sombras chinescas se opaquen de una vez, que se dediquen a sus memorias… y no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor.
Para los díscolos, citados al principio, y demás personajes, no reclamen prebendas y privilegios  al margen de la Constitución, ¡lean la Constitución! Las normas se cambian desde donde usted se sienta. Busque apoyos y recuerde que el escaño que ocupa se lo han cedido miles de personas y es temporal. 
El referéndum está tasado. La amnistía, ni está ni se la espera. Si no está en el Congreso, allá usted y no haga de su capa un sayo. Y si está, y no le gusta, coja la puerta y ciérrela por fuera, este país se lo agradecerá.