Sánchez, en la retaguardia

J.V (SPC)
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El socialista trabaja para asumir las demandas de los nacionalistas a cambio de su respaldo

El presidente del Gobierno en funciones negocia en la sombra con los independentistas su reelección. - Foto: EFE

Aunque en un primer momento los socialistas han cargado contra el candidato popular Alberto Núñez Feijóo por optar a una investidura que se celebrará los próximos 26 y 27 de septiembre, es decir, dentro de un mes prácticamente, lo cierto es que este valioso tiempo beneficia igualmente al aspirante Pedro Sánchez en el supuesto de que el popular no logre los apoyos necesarios para alcanzar la Moncloa.

De ser así y a pesar de que Feijóo ganó las pasadas elecciones del 23-J, será el momento en que se abra un nuevo turno, el de Sánchez.

Un período que no habrá sido baldío para el progresista, que sin llamar la atención ni ser protagonista de grandes portadas habrá ido labrando su camino para revalidar la Presidencia del Gobierno.

Por el momento, el madrileño tiene pendiente coser aún muchos apoyos para alcanzar la ansiada mayoría, pues actualmente solo tiene 152 votos, los 121 del PSOE y los 31 de Sumar, y debe lograr el respaldo del resto del arco parlamentario formado por EH Bildu, PNV, BNG, ERC y Junts.

Para ello, el PSOE ya ha tenido que pasar un primer examen, el acuerdo que alcanzó con los nacionalistas para hacerse con la Presidencia del Congreso para Francina Armengol. El pacto consiste en permitir que las lenguas cooficiales puedan ser utilizadas en el Parlamento, la creación de una comisión de investigación sobre el espionaje a través de Pegasus y otra línea de estudio sobre los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017. 

Una vez cerrada esa fase, los nacionalistas exigen muchas más reivindicaciones para sentarse a hablar sobre una posible investidura de Sánchez, aunque tras su ronda con el Rey Felipe VI el pasado martes el socialista enmarcó las negociaciones en el diálogo y la Constitución.

Pero, lo cierto es que sus posibles aliados ya le han exigido a cara descubierta lo que quieren: una ley de amnistía para los impulsores del procés y un referéndum de independencia sobre Cataluña.

Para allanar el camino del apoyo, PSOEy Sumar ya han prestado diputados a Junts y ERC para que ambos partidos tengan grupo propio en el Congreso, algo que no les corresponde.

El siguiente paso es alcanzar un pacto con los independentistas sobre la desjudicialización del procés, algo que ya entra dentro de la agenda del PSOE y Sumar, como lo demuestran las declaraciones realizadas hace unos días por la portavoz izquierdista, Marta Lois: «Hay que hablar sin miedo de ello y dar pasos valientes, porque los conflictos políticos se resuelven con soluciones políticas».

Sin embargo, en las filas socialistas siguen siendo cautos sobre este tema, al menos de cara a la galería. Así, mientras el portavoz del PSOE  en la Cámara Baja, Patxi López, evita posicionarse al respecto, la ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, alega que «quien decide si algo es constitucional es el TC».

En este punto, Ferraz aún podría contar con hasta tres meses para negociar si Feijóo no logra ser investido. En este sentido el calendario es rígido: España tendrá gobierno antes del 27 de noviembre o vivirá unas nuevas elecciones el 14 de enero.