José Ignacio Dávila

Pensando

José Ignacio Dávila


Sin escacharrar

09/02/2023

Una sociedad que dispone entregarse el derecho a vivir en paz, sin enfrentamientos, ni imposiciones ideológicas por parte de los populismos de turno en plaza, que solamente pretenden atraerse a las clases populares, según enseña nuestro sabio diccionario de nuestra universal de la lengua española (lo pueden leer, hasta gratis en su página web), en el fomento de nuestra cultura, y no romper ni estropear ni escacharrar nuestra cultura y lengua universales.
Cuando esto sucede, a) la dirección de la empresa social se deja en manos de las tendencias políticas que se dedican al cultivo electoral, de forma que se puede volver al pasado, repetir los errores a mala verdad y engaños de un mundo artificial; b) puede surgir el llamado pensamiento único, suprimiendo de la historia real el compromiso por hacer del consenso constituyente luz para el camino de cada día; c) se pierde el respeto de la dignidad de cada persona, de su libertad, en soberanía; d) sumen su opinión en fomento de nuestro compromiso por la convivencia en paz y sin leyes de partido de cumplimiento obligatorio, carentes de sentido y sin respeto del pacto por la convivencia, ni de la ley de leyes, para que de la suma de opiniones surja el sentido surja la luz del sentir común, de la igualdad, la libertad, la justicia y la igualdad, con el respeto del común, de la verdad de ser dueños de nuestra soberanía común, una verdad como un templo, sin escacharrar nuestra inversión por la convivencia con tranquilidad, sin sobresaltos en una vida por vivir lo mejor posible, al amparo del Estado Social y Democrático de Derecho, en casa y vida, barrio, pueblo, ciudad y comunidad con luz y buenas cabezas que dirijan las cosas del comer y llegar a fin de mes sin líos ni sobresaltos, que el camino jubilados ..y arrieros somos…
Cuando se trabaja bien y se fomenta la convivencia y no el enfrentamiento de cada día, se lleva con buen tino el fomento, auxilio y protección de la convivencia en una sociedad libre y en la que todos deben ver amparada el derecho a vivir cada día de la forma mejor posible, y no de pancarta ; lo que se conoce desde el amanecer al anochecer amparados por la justicia social, la de verdad y práctica, y sin inflaciones en ideas y dineros: la Acción de la Administración consistente en promover, normalmente mediante incentivos económicos o fiscales, que los particulares realicen por sí mismos actividades consideradas de utilidad general, en manifestación de nuestro diccionario de la Lengua Española, traducido en todas las lenguas de nuestra Nación, y fomento de nuestra cultura social y democrática común, con su propia luz constitucional y de todos, sin escacharrar la Nación. 
Cuando se financia bien la empresa social de la convivencia, y las otras del dar trabajo y capacidad de vida y contribuyentes para la Hacienda, de todos en el respeto del buen fin social de nuestra contribución, todos para todos, en el derecho soberano de ser parte de la Nación fiscal española y que cuente con buena capacidad de pago. 
El ser ciudadanos soberanos españoles es un privilegio de todos, con nuestra historia inigualable por ninguna otra nación, que no se puede ocultar, ni con odio, ni mancillar. Barriendo para casa, debemos seguir con nuestro ejemplo en el mundo mundial y de habla y cultura española, en nuestra Castilla y León, tan formidable en alumnos bien formados y preparados. Es nuestra historia inolvidable, patrimonio, y cultura que nos pertenece en herencia de milenios, sin que ningún censor acultural de ninguna empresa política arranque la historia, cultura y capacidad de conocer nuestra verdad, riqueza y presencia en un mundo real, y no imaginario de los brujos de turno en coso, arenga y hemiciclo. 
Que las cosas son como son, y es la pura verdad, y no se pueden escacharrar ni estropear por ninguna anticultura, ni caer en manos de cegatones políticos que escacharren las cosas y los dineros, capaces de encargar trenes sin medidas, que si entran en un túnel se van a quedar encajonados por ser sitio angosto, otrora aptos para trenes bien diseñados y funcionando. Y sin ver escacharrados los dineros invertidos en trenes a ninguna parte; y el papelón y demás choteo…

ARCHIVADO EN: Leyes, Castilla y León