Pilar Iglesias

Pilar y sus cosas

Pilar Iglesias


Instrucciones. Censura. Y ¿Verdad?

06/03/2023

Disfrutemos. Y dejemos disfrutar. Y hoy añado, que nos dejen disfrutar. Que nos dejen pensar. Ya sabes por dónde voy. Recientes noticias avisan de la reescritura de las obras de Dahl para, y siento tener que escribir esto, hacerlos más acordes a los tiempos y valores en los que vivimos. Las Brujas o Matilda no son el primer ejemplo. Hace poco, en mi curso temporal al menos, cuando se comenzaron a subir más y más películas a las plataformas que ya están autodestruyéndose, porque parece que en este momento las cosas no pueden durar más de un lustro, se quería censurar (realmente no he tenido a bien comprobar que se llevara a cabo tal ignominia) Lo que el viento se llevó, porque era racista.
Te dejo un minuto para pensarlo.
A colación de 12 años de esclavitud y del movimiento Black Lives Matter, la plataforma anunció la retirada de esa película. Con vuelta. Porque hubo revuelo. Yo una de tantas. Como ahora. Pero con manual de instrucciones.  Regresará «con una exposición de su contexto histórico y una denuncia de esas representaciones, pero lo hará como fue creada originalmente, porque hacerlo de otro modo sería lo mismo que asegurar que esos prejuicios nunca existieron». Y tener que incluir una anotación para que tú, que no sabes que el racismo es malo, aprendas que ser racista no es bueno. No vaya a ser que te dé por pensar que infravalorar a otro ser humano sea lícito. No digo que no haya una dulcificación del racismo en esas películas, no digo que en el momento en el que se crearon se pensara de otra forma y manera. Pero sigo en la misma tesitura de siempre y en la estela pitagórica de la educación.
Hace un poco más de tiempo, escribí una serie de ideas contrarias a los clásicos de Disney: Bambi, La cenicienta, Pinocho, La Dama y el Vagabundo, La sirenita y, como colofón, la inestimable Blancanieves. Los lectores de aquel entonces se hallaban escandalizados, pero no podían por menos que darme la razón. Tuve que aclarar que mis opiniones vertidas distaban mucho de mi verdadera opinión, solo era una enorme ridiculización de la censura de aquel momento. Quitaban una escena postcréditos de Toy Story 2 por ser ofensivo con las mujeres.
Culminé la serie de artículos con Ortega y Gasset, hablando de Censura y circunstancia. Y de la necesidad del estudio y la preservación de la historia tal y como fue (sale mi vena documentalista). La verdad. Si es que eso existe. Porque, como bien ya apuntó mi querido Orwell en 1942, «A menudo se tiene la sensación de que el concepto de verdad objetiva va desapareciendo poco a poco del mundo», añadiendo en 1948 la definición del doblepensar «Olvidar todo hecho que no convenga recordar». Ahora tenemos otro concepto: Posverdad. Lo que une a la razón el sentimiento. Y ante lo que estamos perdidos.
Racismo, machismo, Dumbo, Roal Dahl, James Bond, Tío Gilito y Bombie el Zombi. Todo se adecua a algo «más aceptado hoy en día». Quitemos los cigarros de Cruella, eliminemos todas las películas en las que se cosifica a la mujer y en las que no tenga derecho al voto. Y ya puestos, como está mal visto aquello de matar y perpetrar holocaustos ¿por qué no quitamos de la historia a Hitler? Demagogia, lo sé. Pero funciona.

ARCHIVADO EN: Censura, Racismo, Disney, James Bond