Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


Ávila y la fragmentación de las derechas

17/01/2023

Ávila (62.400 habitantes, ha crecido el censo) le corresponden 25 concejales. Hasta la pasada legislatura esos concejales se han venido distribuyendo en dos bloques diferenciados con un reparto siempre favorable a la derecha donde un solo partido –PP– recibía la mayoría de votos (ostentando incluso varias mayorías absolutas). Con la irrupción de PorAvila hace cuatro años esos guarismos variaron notablemente, ya que PP y PSOE solo alcanzaron un 24% –6 concejales cada formación–. Un escaso 8,5% Cs  –2 concejales– y el resto 44% –11 concejales– una formación amarilla que irrumpió sin espacio, ni ideología propia determinada. La propuesta de rebeldía de sus integrantes ilusionó a un electorado abulense que vagaba en busca de un revulsivo a sus intereses, que veremos si se mantiene cuatro años después. 
Visto sus componentes –antiguos militantes del PP– y la política aplicada a su gestión (tradición, militarismo, conservadurismo…) no hay lugar a equivoco si se les sitúa en el bloque de la derecha (han renegado y pregonado no regresar a su antigua formación). A pesar de ello han practicado políticas de izquierdas populistas y propagandistas acompañadas de subida de impuestos. Aún con toda esa indefinición política y vaguedad, la corporación municipal que está, ya, de salida reúne 19 concejales en la bancada de la derecha y tan solo 6 en un lado izquierdo donde muchos votos se borraron de esa ala. Uno de los enigmas que traerán las urnas de mayo es conocer si los votos de izquierda resurgen o se van a mantener ocultos y desplazados en la formación localista PorAvila. 
No existiendo segunda vuelta (deseable), en mayo la pugna estará en como quitar votos y ganar concejales, contando que la lista más votada –pactos al margen– automáticamente es elegida para gobernar y proponer alcalde. Todos persiguen alcanzar una mayoría absoluta que evite incomodas dependencias (la coalición regional está empezando a ser un desacertado ejemplo). Precisamente tomando como referencia los votos autonómicos de hace un año la muestra refleja una dispersión que aleja las mayorías absolutas.
En esos comicios regionales (dato sólido) la fragmentación del voto en el bloque de derechas en la Capital fue patente: Por Ávila 30%; PP 25%; VOX 17% (72% suman). En la izquierda PSOE 22% y Podemos 3,5%. Un dato más, la distancia entre Por Ávila y PP se situó en 1.367 votos (2 concejales). Teniendo en cuenta que los socialistas están en su techo histórico y que la previsión inicial es descendente para mayo, no es arriesgado aventurar que el bloque de derechas se va a repartir casi una veintena de concejales y de ahí saldrá el Regidor. 
La pugna se centrará en dos formaciones. En Por Ávila están muy confiados en que lo ofrecido en su mandato les permitirá alcanzar en exclusiva la mayoría (13). El PP tiene como única misión recuperar –si o también– la alcaldía de la Capital (con votos o con pactos) y donde unos resultados solamente airosos serán difícilmente asumibles y no darán tregua interna. Los candidatos son conocidos y la realidad es caprichosa. El electorado abulense de derechas está fragmentado y no es por casualidad. Motivos han existido, existen y se harán patentes en campaña. Dudo que las urnas de primavera –escenario abierto para pelear y no rendirse– den un vuelco a esa división. Solo la lectura del resultado final puede imponer por si o por terceros, jerárquicamente superiores, otras alternativas en la derecha abulense.