Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


La Capital no tira

28/02/2023

Las últimas semanas han traído buenas noticias para algunas localidades provinciales –no tanto para la Capital– que han comenzado a aprovechar sus escasos recursos de manera más eficaz. En Cebreros y en torno a la garnacha han comenzado a aparecer nuevas bodegas e industrias vitivinícolas con fuertes inversiones como la anunciada la semana pasada que servirá para recuperar gastro-turísticamente el palacio de El Quexigal, que hace incontables años, recuerdo, acogía un safari de animales salvajes visibles desde el coche. 
Arévalo anunciaba hace escasos días la instalación de una nueva planta de fundición de aluminio con altas perspectivas de empleo. El dinamismo industrial es indiscutible y prácticamente el único de la provincia, pues a esta nueva empresa se sumarán las ya anunciadas de edulcorantes y otras dos de transformación de energía (añadiéndose a las ya existentes) con una estimación cercana a los 300 empleos, convirtiendo a la localidad morañega en la verdadera capital industrial de esta provincia. Abstenerse de regodeos o envidias. 
El pasado verano se anunciaba –no hay nada visible– que Las Navas del Marqués acogería una planta de generación de energía eólica y de ensamblaje de turbinas eólicas que podría generar 100 empleos. Peguerinos proyecta un parque eólico para 500 empleos y otras localidades pugnan por atraer y consolidar un pequeño tejido empresarial de mera subsistencia.
Si han llegado hasta esta línea de la columna se preguntarán por Ávila. La semana pasada se informaba que se acumulaban seis meses de desempleo al alza (3400 desempleados). No aumentan las empresas creadas, ni su capital. Lo positivo venía de la enseña industrial de la Capital que anunciaba que con meses de antelación daba por concluido el ERTE para los poco más de 400 empleados, dando paso a un escenario incierto en tanto no se conozca el plan de negocio en un sector automovilístico en pleno proceso de mutaciones. Vetar el coche privado en la ciudad va contra el empleo industrial que genera en nuestras localidades se escuchó como lamento en el reciente encuentro de ciudades del sector de automoción y componentes. 
La Capital no tiene –disponiendo de más recursos– la energía empresarial que demuestra tener la provincia. Los abulenses se vienen haciendo una pregunta reiterada. ¿Cuáles son las causas que impiden tener y atraer empresas a esta ciudad? La semana pasada dentro de la mesa empresarial del evento CYL-HUB se escucharon las mismas virtudes –que no ventajas– que se vienen oyendo desde hace más de un cuarto de siglo: cercanía a Madrid, calidad de vida, estabilidad laboral y costes bajos (con la dificultad señalada de reclutamiento de puestos específicos). Nada diferente y pocas aportaciones nuevas, salvo lamentos y una inútil recreación de autocomplacencia que no sirve. Algo más falta y demasiadas cosas fallan.
El estancamiento de la Capital obedece a un conjunto de factores anteriores y actuales en donde la insuficiencia de empresas tractoras y sobre todo la ausencia de liderazgo político y empresarial resultan letales. Se acaba esta legislatura y tampoco hay cambios, ni novedades industriales (el Plan de Fomento son solo terrenos sin contenido fabril). Incluso la silenciada empresa que el alcalde viene auspiciando y que visitó en Andalucía con un amplio séquito parece –salvo trampa electoral– que lo vaya a hacer. Una Capital sin fuerza agrava su pequeñez y arruina sus posibilidades e indirectamente las de toda la provincia.