Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


Un AVE posible y un posible AVE

13/12/2022

Tengo la impresión de que ha pasado desapercibido para la clase dirigente abulense y también para la silente sociedad civil lo que se pudo ver a finales de octubre en las vías de la estación de trenes de la Capital donde los "labriegos y santos de rostro adusto, seco y dolorido nos miran desde las alturas" (escribía hace unos días David Ferrer). La llegada y tránsito de un AVE. Los abulenses saben que graves errores de desatención política y discutibles decisiones técnicas han hecho que Ávila no tenga unas conexiones férreas acordes con el siglo en que nos encontramos (el 10 de diciembre, hace 25 años, Fomento confirmaba que Ávila quedaba fuera de la alta velocidad).
Días después de la festividad de la Santa Patrona se pudo ver el nuevo modelo de Talgo AVRIL (Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero). Un tren en pruebas que puede llegar a alcanzar 380 km/h (con la mitad de velocidad Ávila se conforma) y cuya virtud es poder transitar y cambiar de versiones de ancho fijo o variable sobre su marcha. Según se ha apuntado esa versatilidad haría posible que la vía abulense con la Capital de España y hacia el norte pudiera albergar estos trenes sin tener que realizar obras de infraestructura costosas (inasumibles 500 millones). Coño, era cambiar las máquinas no las vías. Se les podía haber ocurrido antes. 
A falta de otras pruebas y algunas mejoras estos nuevos trenes solventarían las penurias ferroviarias abulenses. El resultado de las pruebas realizadas en la clandestinidad de la noche –tramo Guimorcondo y Robledo de Chavela– se desconocen y lo mismo nunca se dan a conocer, pero permiten albergar un AVE posible… y un posible AVE, no exento de otros inconvenientes (frecuencias, comercialización, tránsitos etc.). Es aquí donde la liberalización férrea (dos nuevas compañías privadas ya operan) y la búsqueda de nuevos clientes –desatendidos por el momento– para el operador público podrían favorecer los anhelos abulenses. 
Que este tren de aspecto aerodinámico haya podido llegar a Ávila no significa que sea alcanzable. Mientras la tecnología lo puede hacer posible, la comercialización debe verlo viable y sobre todo la política debe propiciar que sea factible. Ello obliga a tomar decisiones. Esta aparente ventana que podría abrirse no resuelve toda la cuestión. Dos son los problemas que afectan al servicio y la conexión férrea abulense. La imposibilidad de que ese servicio público permita lo que hoy es imposible. El medio y largo recorrido para conectar desde Ávila y sin eternos transbordos, ni esperas en estaciones con otras ciudades del País (antaño era posible). En el corto recorrido la imperiosa reducción de tiempos de viaje con las ciudades más cercanas.
Si este nuevo prototipo no garantiza ninguna de las dos necesidades, el ensayo no habrá servido para nada. Si por el contrario pudiera garantizar enlaces en la media y larga distancia se resolvería una parte (45%) de este laberinto. Si por el contario la iniciativa alcanzara a reducir los tiempos del trayecto de corto recorrido con las capitales del Reino y de la Región (45min) AVRIL daría plena respuesta a esta larga disyuntiva. 
Ignoro si este innovador tren volverá a poder transitar de manera oficial y de forma periódica hasta los 1133 metros de altitud de la vieja estación de tejado de pizarra. De no ser así dentro de cien años su foto será solo una mera maqueta –como otras tantas intenciones– y un recuerdo gráfico en la hemeroteca de este Diario.

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