• El nuevo entrenador encarnado tiene claro que pensar en «el primer puesto no es algo que sea utópico o que sea imposible, aunque hay que ir paso a paso».
Semana complicada en el Real Ávila, demasiado convulsa para un equipo que quiere pelear por lo más alto y que este fin de semana estrenará en el banquillo del Adolfo Suárez nuevo inquilino. Al frente, y por primera vez desde el cese de Kiko Sánchez, estará Borja Jiménez, hasta el pasado domingo segundo del salmantino. Una dirección que asumió «tranquilo» el pasado lunes, «con ilusión por trabajar», con el objetivo de «recuperar mentalmente al grupo, si es que estaba afectado, y las sensaciones que el conjunto tenía a comienzos de temporada».
Precisamente fue la dinámica negativa y los últimos resultados del equipo dos de las causas por las que la Junta Directiva del Real Ávila explicaba y decidía el cese de Kiko Sánchez –apenas un par de whatsapp han intercambiado el ya ex primer técnico con el abulense desde su destitución– en la noche del domingo. Motivos «muy respetables», defendía Borja Jiménez, que reconocía que «es cierto que el juego del equipo en estas últimas jornadas, y los resultados están ahí, había cambiado. Habíamos entrado en una dinámica negativa y se tomó la decisión de que había que cambiar esto y me parece acertado».
Una situación ante la que apuesta por ser «realistas». Tiene claro el abulense que no asume el cargo con presión, sino desde el realismo de que «todos sabemos lo que hay.El primer puesto no es que sea algo utópico o que no sea posible». No obstante advierte que «hay que ir paso a paso, toca trabajar. Ahora estamos quintos pero tenemos cerca tanto a la Arandina como al Salmantino y el Almazán que, con sus partidos aplazados, nos podrían pasar y hacer caer hasta el octavo o noveno puesto».
Por ello pide ir «paso a paso» y «sobre todo los jugadores deben recuperar la confianza» para «volver a jugar bien al fútbol y será el tiempo y el paso de las jornadas las que digan hasta dónde podemos llegar».
Por lo pronto la primera prueba de esta nueva etapa la tendrán con la visita el domingo –12,00 horas– del Salmantino. Un equipo que en cinco encuentros llevan tres victorias –dos de ellas consecutivas– y que en sus filas cuentan con los ex encarnados Toño y Jony, los hermanos Romero. «Están en buena dinámica, aunque tienen el handicap de que en once días van a jugar cuatro partidos, y estos jugadores no están acostumbrados a jugar al ritmo de miércoles - domingo, pero como conjunto, como cualquier filial, tratará de jugar bien al fútbol, por lo que puede ser una buena piedra de toque para nosotros, para ese cambio de dinámica».
Un encuentro para el que no podrá contar con Palomi, que continúa bajo un proceso vírico, y para el que José María es seria duda por los problemas que ya le llevaron a ser baja el pasado encuentro ante el Estructuras Tino. Javi, con molestias en la rodilla, volverá a someterse a una resonancia en un momento en el que afrontaba la recta final de su recuperación, mientras que Jean Claude podría disfrutar de sus primeros minutos ya que, después de dos semanas de entrenamiento se encuentra disponible para el técnico. Un entrenador que ya no podrá contar con Jorge Barrera, que por motivos personales dejaba el equipo esta semana.