Pablo Casillas

El Corrillo

Pablo Casillas


Alternativas

11/07/2023

«Entre nuestros oponentes socialistas hay una gran confusión. Algunos de ellos contemplan a la empresa privada como un tigre depredador al que hay que batir. Otros la ven como una vaca que pueden ordeñar. Solo un puñado la ven como lo que realmente es: un caballo fuerte y voluntarioso que tira de todo el carro. Sir Winston S. Churchill.
Me ha parecido oportuno comenzar éste artículo con la cita, intemporal a todas luces, del que fuera primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, y ello porque ahora sigue tocando hablar de elecciones, de las Generales nada más y nada menos.
Y uno de los asuntos no menores es el relativo a la forma de ver y entender la sociedad, entre otros extremos, en lo que afecta a la esfera económica, que también es social porque ese ámbito tiene incidencias multidisciplinares. 
También, por descontado, hay que tener en consideración otras diversas esferas a la hora de la toma de decisión que a cada uno le concierne como votante, de las que igualmente hablare, si bien sujeto a la limitación que permite un artículo periodístico. Porque, en definitiva, hemos de tener bien claro que, en el fondo, lo que se nos viene a ofrecer por parte de los Partidos y sus integrantes y a los que hemos de dar respuesta de forma individual es a las sempiternas preguntas de quiénes somos, dónde estamos y a dónde queremos llegar y en ese análisis y debate las posiciones no son homogéneas ni pacíficas las más de las veces, de forma que cada cual debe ver cuáles son, dentro de las posibles opciones, las mejores alternativas para resolver el presente y prever el futuro.
Una de esas alternativas a dilucidar -y seguro que ya lo han deducido por la cita que he hecho de Sir Whinston Churchill-, es la referida a la forma de enfocar el ámbito económico-social, ora dando preferencia, cuando no exclusividad, a la esfera pública en todos sus ámbitos; ora compaginando la esfera pública con la privada porque ésta última también es pública, lo que así vengo argumentando y defendiendo constantemente.  
Esos dos enfoques en la forma de entender la actividad económica, que se vienen a concretar entre economía de libre mercado o economía intervencionista, se ponen encima de la mesa en las próximas elecciones, y, conociendo como conocemos el devenir que ha tenido el Gobierno de coalición, y, a mayores, la agresiva oferta que se hace por el PSOE y por SUMAR, no nos puede caber la menor duda de que de seguir esa forma de gobernanza el resultado será el implantar definitivamente una economía intervencionista que ocasionará la pérdida de ese "caballo fuerte y voluntarioso que tira del carro" que son las miles de empresas y empresarios, autónomos en su inmensa mayoría, que hacen que este País haya conseguido salir de la penuria económica sostenida en muchas décadas de aislamiento. Y a este respecto, si alguien no ha querido informarse acerca de qué ha venido aconteciendo durante estos últimos 5 años de gobierno, de la desaparición de más de 30.000 empresas, la mayor parte de autónomos; de las pérdidas que han sufrido; de las cargas insoportables que les han puesto a sus espaldas, bastará con que pregunten a esas personas, en todas y cada una de las áreas.
Los partidos de centro-derecha no excluyen a nadie, ni anteponen lo público a lo privado. Sin embargo, los Partidos de izquierda, -cuanto más izquierda más claramente, y, en la actualidad, podemos decir que el PSOE está mimetizado con el Comunismo-; sí excluyen; sí anteponen y contraponen lo público y lo privado; sí quieren que éste último ámbito, pese a que es el que «tira del carro», pase a estar controlado por el Poder, cuando no directamente desaparezca.
Pero las alternativas que se nos ofrecen a los votantes, y, en definitiva, a los ciudadanos, habida cuenta que todo lo que concierne al ser humano en una sociedad democrática se encuentra regulado, no se circunscribe a la económica y social antes indicada, sino también a otras muchas esferas. Veamos varias de esas otras esferas que nos ocupan: 
No es lo mismo una Ley de Eutanasia, que una Ley de Cuidados Paliativos. No es lo mismo que a los enfermos de ELA se les aboque a morir «dignamente» a que se las dé solución para que vivan «dignamente». Este Gobierno no ha sido capaz en 5 años de avanzar en una Ley que proteja y apoye a esas personas que padecen tan cruda y cruel enfermedad.
No es lo mismo tener leyes que potencien la natalidad y apoyen a las madres que quieran continuar con el embarazo, que tener leyes que hagan todo lo contrario, que alaben el aborto como «iluso» avance de libertad.
No es lo mismo tener una política educativa donde los colegios públicos, concertados y privados sirvan por igual para la formación de los hijos; donde se respete a los maestros; donde se potencie y reconozca el esfuerzo; donde exista igualdad y se pueda estudiar en el idioma común en todos los territorios del Estado; que, a sensu contrario, tener una política donde sea todo lo contrario: que sólo sirva la educación pública y si se quiere una educación concertada o privada la tengan que costear los padres; que no se respete a los maestros; que se potencie la incuria del alumno; que se impida y se persiga el uso del idioma común. 
No es lo mismo freír a impuestos a los ciudadanos y a las empresas y gastar lo que no se tiene; que optimizar el gasto y dejar que las gentes vivan sin que les exploten. 
No es lo mismo tener una política territorial de igualdad y solidaridad, a tener políticas en las que determinados territorios tienen privilegios, en contra de los demás.
No es lo mismo proteger la paz social y la Nación con leyes que sancionen a los que quieran destruirla; que derogar esas leyes para permitir que puedan lograr sus objetivos y que, al mismo tiempo, se indulte a los golpistas. 
No es lo mismo blanquear a BILDU y colegislar y cogobernar con ellos, que dignificar a las víctimas de ETA e impedir que siga habiendo coacciones en el País Vasco.   
Claro que no son lo mismo unas u otras opciones políticas. A todo ser humano se nos plantean alternativas, cotidianamente, y hemos de elegir, sin eludir responsabilidades.