José Manuel Maíz

La bombonera

José Manuel Maíz


¿Hacia una legislatura perdida?

05/02/2024

Situación agónica la que se vive en el Ayuntamiento de Ávila. Esta semana pasada, el equipo de gobierno entregaba el proyecto de tasas y ordenanzas fiscales a los grupos de la oposición para su posterior debate, unas tasas que en nada difieren a las presentadas el pasado mes de octubre y que finalmente no fueron aprobadas. Ahora se presentan para abordar su debate una por una, y los grupos de la oposición, en una primera valoración, tampoco se han movido de sus posiciones iniciales y todo apunta a que el resultado final de este nuevo intento de sacarlas adelante poco va a variar respecto a lo que ocurrió el pasado mes de diciembre.
Mientras tanto, los recortes de actividades se siguen sucediendo, y esta pasada semana también se daba a conocer que no saldrá adelante el nuevo contrato de la Kedada y tampoco el del Concurso Nacional de Salto de Obstáculos, una de las más prestigiosas pruebas deportivas organizadas en Ávila, que atraía la atención de miles de personas, y que este año no tendrá continuidad, al no poder garantizar el Ayuntamiento de Ávila su financiación  para que se pueda llevar a cabo sin incertidumbres. La decisión parece cabal, porque es mejor no lanzar falsas expectativas y tener que rectificar después en el último momento, con el riesgo de tener que indemnizar y que salga más caro para las debilitadas arcas municipales. Pero la sensación que queda es desoladora. 
Y el debate que queda abierto es claro y evidente: ¿Pueden asumir los abulenses una mayor carga impositiva para que el Ayuntamiento pueda desarrollar estas actividades? ¿O es preferible no aumentar esa presión fiscal y hacer frente única y exclusivamente a las prioridades más elementales, sobre todo las de carácter social? Hay que marcar prioridades y actuar buscando el interés general de los abulenses, y tener claro qué ciudad queremos construir entre todos. Y esa unidad de acción hoy en día parece que no está muy clara en la casa de todos los abulenses, porque ningún grupo está dispuesto a cambiar el devenir de una legislatura que ya de partida tenía los visos de que iba a ser muy complicada por la aritmética que presentaba. Pero Ávila, y su Ayuntamiento, no se puede permitir una legislatura pérdida.