José Alberto Novoa Nieto

Ágora

José Alberto Novoa Nieto


Si hay alternativa, hay esperanza

27/12/2022

En las últimas fechas se ha hecho público el manifiesto «Alternativa para Ávila». Un documento suscrito, inicialmente, por más de cien personas pertenecientes a diversos ámbitos sociales y políticos de la ciudad, tal y como se ha informado por los impulsores y que han recogido, solamente, algunos medios de comunicación tradicionales.
Como quiera que las redes sociales y la difusión masiva de información, por otros cauces, forma parte de lo cotidiano en el mundo actual, he tenido la oportunidad de conocer el contenido de dicho documento a través de su blog https://alternativaparaavila.blogspot.com/?m=1. Invito a los lectores a que lo consulten para mayor conocimiento de su contenido y mejor comprensión de lo que las decenas de abulenses que lo suscriben, describen, analizan, afirman y proponen.
Resultan muy interesantes los análisis de la realidad que realizan desde una perspectiva progresista preocupada por la deriva de la política, el deterioro de los servicios públicos y el olvido a los Derechos Humanos. Todo ello sin olvidar que, en el fondo, si los pilares de un estado de bienestar deben estar asentados sobre los principios del bien común y la solidaridad, cuando esto se desmantela paulatinamente de forma intencionada, desde las políticas neoliberales, lo que en realidad está en juego es la propia democracia y su permanencia.
Por otra parte, se reivindica «la política como herramienta de participación y acción, con objeto de progresar de manera colectiva, sin dejar atrás a nadie», algo muy interesante en un momento en el que lo más desprestigiado es la política, las instituciones democráticas y los políticos, siendo todo ello imprescindible para la convivencia y la organización social.
Todo esto, que puede resultar ajeno o lejano, por la retórica diaria de la bronca política que nos acaba anestesiando o incluso invitando a despreciar todo lo que tiene que ver con la cosa pública, también está relacionado con la situación de Ávila. Como muy bien se describe en el manifiesto «Alternativa para Ávila», son «consecuencias el desastroso desarrollo urbano de Ávila, la precariedad de las comunicaciones ferroviarias, el escaso tejido industrial, la huida de los jóvenes a otras localidades por la falta de oportunidades, la escasa oferta universitaria, la pérdida de población, el deterioro de la Sanidad Pública, el cierre de pequeños comercios, la falta de dotaciones culturales, la inexistencia de una protección ambiental adecuada, etc.»
Como es lógico, un análisis de éstas características y una propuesta de reflexión y acción política como la que plantean las más de cien personas que impulsan esta iniciativa, provoca, al menos, importantes interrogantes a cinco meses de las próximas elecciones municipales, teniendo en cuenta la necesidad de referencias políticas serias. ¿Se trata de un nuevo partido político local?, ¿será una plataforma ciudadana?, ¿ss un intento de recuperar espacios institucionales perdidos?
Espero que, durante las próximas semanas, éstas y otras preguntas que los abulenses se puedan hacer cuando conozcan el contenido del manifiesto, vayan encontrando las suficientes respuestas adecuadas a las inquietudes, ilusiones, expectativas o preocupaciones que esta iniciativa valiente pueda estar produciendo.
En mi opinión, lo más importante es que Ávila no puede permitirse cuatro años más de desierto en las instituciones desde el ámbito político más progresista de la ciudad, pero tampoco está en condiciones de sufrir más desencantos, por lo que es fundamental el respeto a las personas que han simpatizado y votado a las posiciones políticas de cambio más avanzadas, frente a las derechas tradicionales y extremas que cada día se sienten más exclusivamente poseedoras de los espacios públicos de decisión.
Confío en la ilusión y la esperanza que esta iniciativa pueda suscitar en las personas que la conozcan, la compartan y la suscriban, y en el buen hacer y las buenas intenciones de quienes lo han puesto en marcha. Como muy acertadamente se afirma al final del manifiesto, el compromiso, la responsabilidad y la generosidad son fundamentales para «construir un espacio de reflexión y acción política, de naturaleza progresista plural, democrática y abierta, que desarrolle los objetivos que se plantean».