ELECCIONES. Llega el momento de la manifestación de la voluntad ciudadana local para seguir ejerciendo el derecho a participar en elecciones libres para seguir conviviendo democráticamente en nuestras ciudades y pueblos de Castilla y León, siguiendo por el camino de la concordia constituyente de nuestra Constitución de 1978, la proclamación de nuestra Sociedad española libre, bajo la luz del principio constitucional de la libertad política en el ejercicio del derecho a participar en los asuntos públicos, eligiendo libremente a nuestros representantes en cada ciudad, pueblos y localidades dentro de nuestra convivencia real local y en nuestra dimensión Autonómica en la Nación Española.
DERECHO. Nuestro modelo de sociedad democrática tiene presente el principio y valor fundamental de la libertad y la participación ciudadana para conseguir una sociedad mejor para todos. Muchos son los llamados ante una decisión de todos para todos en el ejercicio real de la libertad electoral, en el derecho a elegir al candidato y en mayoría de gobierno de lo mejor de lo mejor para nuestra vida local.
RESPONSABILIDAD. El punto de partida es el ejercicio real de nuestra soberanía nacional, regional y local: está consagrado civilmente en el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal, al amparo de nuestra Constitución de 1978. 
El paso de los años al amparo constitucional, social y político, nos ha enseñado la importancia de la presencia de inversión, condiciones locales y medios materiales para hacer posible y real la convivencia y presencia de vecinos en todas las localidades. Es necesaria la participación ciudadana en la elección de representantes; la vida local y su representación política están en unidad y el sentido común dispone ir juntos en la vida real y práctica de cada día, en la economía local, en el ejercicio del derecho a la convivencia con el pluralismo político que tenga presente y actúe con el compromiso político para con los vecinos y la real con la vida ciudadana local. 
La decisión mayoritaria de los vecinos constituye el nuevo punto de partida hasta las próximas elecciones: para convivir con la realidad de cada pueblo, barrio y ciudad; asumir y actuar con la responsabilidad que tiene el derecho ciudadano en la elección de nuestros representantes. 
Es importante la presencia y opinión manifestada en votos y urna electoral: en el recuento de la decisión de cada elector, en la responsabilidad asumida por los equipos de gobierno locales, manifiesta en hechos reales, y capacidad de cumplir las promesas por estar asumida y comprometida la presencia y decisión con el programa de cosas por hacer; promesas escritas y proclamadas sean compromiso y manos a la obra para la edificación de una ciudad más habitable, en fomento de la industrial capacidad local para ser lugar de asentamiento de familias y niños en el colegio y gritos y risas y juegos en parques del pueblo y ciudad. 
El beneficio del ciudadano vecinal ofertado debe ser cotejado con el ejercicio real del derecho que nos otorga a todos los vecinos a tener una vida en paz, trabajo y desarrollo para comprobar y validar el seguimiento del programa ofertado. El resultado de las elecciones locales es respuesta a un acto de la soberanía nacional como manifestación y presencia de la decisión política en la libertad electoral para elegir a los más capacitados para la libertad y realidad y conseguir que las cosas funcionen y mejoren la vida local. 
El resultado electoral es medida y respuesta de la libre decisión electoral: motivo para que ejercicio del derecho a votar se ponga en marcha y refleje la responsabilidad asumida por la ciudadanía electoral, soberana, ayude y contribuya con la presencia de los considerados más capacitados para que las cosas de la convivencia se gestionen con los mejores para la vida local y en la que todos somos contribuyentes.
El derecho al voto electoral es manifestación de la soberanía que reside en el pueblo español, presencia ciudadana en la organización y gestión política y material de la vida real y local, que es asumida por los electores y por los elegidos. Es inseparable de la realidad y va unida a la responsabilidad asumida para dar con la respuesta y resultados en la gestión de la vida local. El compromiso de gobierno debe demostrar capacidad de adaptación de un ser vivo: en este caso por los electores y los electos, frente a un agente perturbador o un estado o situación adverso, (resiliencia, diccionario RAE), para cumplir las promesas electorales y dificultades en la vida real. Dicen los mayores que la vida local es resultado del compromiso político, moral y material con la dignidad de los ciudadanos y sus valores personales, familiares y económicos. Feliz Domingo de Pentecostés y día electoral y soberano. El papel soporta todo y los votos son decisiones en libertad soberana. ¡Ea¡