Una de cada cuatro familias de Ávila elige la concertada

E.Carretero
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Los diez centros católicos de la provincia cuentan este curso con 5.500 alumnos, cifra que se mantiene estable respecto al año pasado pese a la caída de la natalidad, y emplean a 460 profesores

Una de cada cuatro familias de Ávila elige la concertada - Foto: Trasiego Comunicacion

Prácticamente una de cada cuatro familias abulenses, el 23 por ciento del total, confía la educación de sus hijos a centros concertados teniendo en cuenta que la decena de colegios con concierto educativo de esta provincia aglutinan a 5.500 alumnos. Se trata de una cifra prácticamente igual a la del pasado curso que tan solo registra un ligero descenso del 0,2 por ciento, similar al dato regional. El que el alumnado de los centros concertados se mantengan no deja de ser una buena noticia, tal y como reconoció Pablo Martín, delegado en Ávila de Escuelas Católicas, teniendo en cuenta el descenso de la natalidad y por cuanto esta confianza de las familias «demuestra que respondemos a una exigencia de un sector de la población».  Una «estabilidad» de alumnado que también se da en el conjunto de Castilla y León donde los centros de Escuelas Católicas cuentan con 98.000 alumnos que se reparten en 4.338 unidades y suponen una representatividad del 28 por ciento del alumnado total de la comunidad. 

Además de con 5.505 alumnos, la decena de centros concertados de Ávila,  cinco en la capital y otros tantos en la provincia, han iniciado el curso escolar con 460 profesores y  con normalidad pese a que han sido varias las novedades de este nuevo curso. «No ha habido grandes problemas ni en el abono de las nóminas ni en la adjudicación de vacantes, salvo algún fleco», como aseguró Martín para referirse a los problemas que en este inicio de año académico sí han afectado a los profesores de la pública. 

Entre las principales novedades de este inicio de curso destacó el delegado en Ávila de Escuelas Católicas la implantación de la educación gratuita para los alumnos de 1 a 2 años que en el caso de Ávila ofertan este curso siete de los diez centros concertados que cuentan en total con 18 unidades de este tipo y 120 alumnos en las mismas. Esta medida se suma a la gratuidad de 2 a 3 años que el Gobierno regional ya implantó el curso pasado y que el próximo curso también llegará a los alumnos de entre 0 y 1 años. «Es una apuesta de la Junta de Castilla que beneficia a las familias y que sirve para avanzar en la conciliación familiar y en la ampliación de la libertad de elección de centros» por cuanto evita «agravios comparativos», como afirmó Leandro Roldán, secretario autonómico de Escuelas Católicas de Castilla y León.  

Otra de las novedades de este curso es la implementación de la nueva ley educativa, LOMLOE, en los cursos pares, lo que se presenta como «un desafío» por cuanto se trata de una ley «que se impuso sin consenso ni negociación», apuntó Roldán que pese a reconocer que en Castilla y León «la elección de centro está garantizada» lamentó que la nueva ley «limita la libertad de elección de las familias y discrimina a la enseñanza concertada».  

Además de la implementación de la LOMLOE, «agravada por un gobierno todavía en funciones», otros de los retos de este inicio de curso para los centros concertados son la «subida de precios, el aumento de la inflación y baja natalidad», reconoció Roldán, antes de explicar que «la enseñanza concertada tiene que lidiar con los efectos desastrosos de la subida de los precios, como los de la energía, y de una inflación imparable que repercute en la situación económica de los colegios y también de las familias, con un aumento de costes de los diferentes materiales, libros y de los servicios escolares: comedor, transporte, material escolar, actividades complementarias o extraescolares».

Esta situación, reconoció el secretario regional de Escuelas Católicas,  se traducirá en  «sobrecostes» para familias y centros «y más teniendo en cuenta que el módulo de conciertos sigue siendo insuficiente para contrarrestar esta inflación», lo que hace «más necesario que nunca un aumento de la partida de otros gastos», que es la que los centros destinan a personal no docente, equipamiento, mantenimiento del centro y cuestiones como luz o calefacción. Una partida que para la patronal de centros católicos continua «siendo insuficiente en Castilla y León ya que los costes reales del funcionamiento de un centro educativo son ahora mucho más deficitarios».