Comienzan los actos en honor de la Virgen de la Soterraña

J.M.M.
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La fiesta se celebra el próximo viernes 8 de septiembre y se ha organizado una novena seguida de Eucaristía en la parroquia de San Vicente hasta ese día

Este jueves comienzan en la parroquia de San Vicente los cultos en honor a Nuestra Señora de la Soterraña, patrona de la ciudad de Ávila, con una Novena que se prolongará hasta el día de su fiesta, el viernes 8 de septiembre.

Cada día, a las 19 h, comenzará el rezo de la Novena en el citado templo, seguida de la Eucaristía. El domingo 3 de septiembre, la Novena se realizará durante la Misa de las 12 h.

Una vez que concluya la Novena y la fiesta de la Soterraña, la parroquia de San Vicente ha programado asimismo una Misa de Difuntos para el sábado 9 de septiembre a las 19:30 h.

La historia de la Virgen de la Soterraña

En el corazón de los abulenses está la devoción a dos vírgenes: la Soterraña y la de Sonsoles. Ambas son patronas de la ciudad, "si bien la segunda extiende su patronazgo a las tierras vecinas del Valle Ambles, quedando circunscrita la de la Soterraña, de modo especial, al recinto ciudadano, con una primacía indiscutida desde mediados del siglo IX, de la que se deduce, lógicamente, un culto muy anterior tributado a esta Imagen, la más primitiva, sin duda, de todas las que se conservan en nuestra ciudad", podemos leer en la Historia de la Apostólica Imagen de la Virgen de la Soterraña de Antonio Alfin Estévez.

A la protección y tutela de la Virgen de la Soterraña se han encomendado siempre los abulenses "en las grandes calamidades y azotes públicos, tantas veces mitigados por su piadosa intercesión", por lo que la imagen de la patrona es considerada por todos como una joya.

Grandes milagros se le atribuyen a la patrona de Ávila como la curación de la ciega Ana de San Jerónimo, monja bernarda del Convento de Santa Ana. La historia destaca también como las plegarias a la Virgen de la Soterraña acabaron con la plaga de langosta del año 1652 cuando "una perniciosa plaga de langosta se abatió sobre los campos abulenses amenazando talar y destruir huertas y sembrados. Llevóse la Virgen a la Catedral y de vuelta a su iglesia, estuvo durante un novenario en el altar mayor de la Basílica, y dice Fernández Valencia: «Caso maravilloso que, antes de cumplirse el novenario, cesó de todo punto la plaga y toda la langosta se lanzó en el río Adaja donde se ahogó sin quedar el menor rastro de tan nocivas sabandijas".

San Pedro de Alcántara, San Juan de la Cruz, Santo Tomás de Villanueva, que fuera vicario del convento de Gracia, San Francisco de Borja, los venerables Juan de Briviesca, y Mari Díaz y, la gran santa de Ávila, doctora de la Iglesia y fundadora de la orden de los Carmelitas Descalzos, Santa Teresa de Jesús, que ante la Virgen de la Soterraña se postró y se descalzó al iniciar su reforma, tradición corroborada por la fiesta anual que se celebraba en conmemoración de este grato suceso.

También se han postrado ante la Soterraña ilustres personajes como los Duques de Béjar y Marqueses de Gibraleón que, en agradecimiento a la curación prodigiosa de su ascendiente, Don Francisco de Zúñiga y Sotomayor, ocurrida el año 1591, dieron donaciones cuantiosas y valiosas joyas conservadas como el tesoro de la basílica de San Vicente.