Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Pues sí, algunos hicieron negocio con la pandemia

22/02/2024

Pésima noticia para Koldo García Izaguirre, escolta y brazo derecho de José Luis Ábalos durante los últimos años, y muy mala noticia para el exministro de Transportes, hombre fuerte del PSOE, muy fuerte, como secretario de Organización.

Ábalos cayó en desgracia hace dos años, precisamente por las noticias turbias que circulaban, aunque este miércoles, en los pasillos del Congreso, aseguraba que no tenía "ni idea" de las operaciones supuestamente delictivas de su amigo y asesor, detenido por la UCO junto a una veintena de personas, como presunto miembro de un grupo que hizo fortuna cobrando comisiones ilegales por la compra de mascarillas en los tiempos de la pandemia. Siempre presuntamente, las operaciones se hacían eludiendo el control de la autoridad competente. García no solo habría participado en la compra de las mascarillas, sino en facilitar el medio de transporte para que llegaran a España.

Koldo García apuntaba maneras, pero en el entorno gubernamental y bajo el paraguas protector de Ábalos era un hombre intocable. Pasó de miembro de seguridad de una discoteca de Pamplona, a "asesor" del ministro, que además encontró para él un buen cargo en Renfe, muy bien remunerado. Se movía bien en el partido, y cuando se produjo la polémica visita de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez, Koldo fue quien acompañó al ministro al aeropuerto, a donde Ábalos se trasladó en su coche privado. Las informaciones recogían que fue Koldo quien vigiló el traslado de maletas del avión de la vicepresidenta al que finalmente la llevó a Doha porque tenía prohibida la entrada en el espacio aéreo europeo.

Ábalos nunca dio por buenas las informaciones que aseguraban que su escolta y asesor se movía en terrenos resbaladizos, y se mencionó su nombre cuando empezó a descubrirse que había gente en España que hacía negocio con las mascarillas, pagadas a precio de oro con comisiones de por medio. Cuando fue cesado Ábalos, la rumorología apuntaba que Pedro Sánchez se había deshecho de su principal colaborador para cuidarse en salud, habían llegado a sus oídos noticias preocupantes. Todo el mundo las desmintió, entre otras razones porque la rumorología sobre el negocio de las mascarillas eran constantes, y se desinflaban algunas informaciones alarmantes. Pero la UCO de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción siguieron investigando.

Ábalos niega cualquier tipo de vinculación con los presuntos delitos que han provocado la detención de García Izaguirre, y niega tajantemente que conociera que estaba bajo investigación por operaciones que podrían ser delictivas.

No son buenos días para el PSOE de Sánchez. Y la detención del asesor de Ábalos amplía la sensación de que el presidente de gobierno no solo tiene un problema con los malos resultados de Galicia más los chantajes de Puigdemont: la UCO sigue empeñada en desentrañar todo lo relacionado con negocios ilegales a costa de las mascarillas. Y en ese terreno, desde el inicio de la pandemia se han barajado nombres relevantes.