El periodismo trabaja muchas veces con o contra el poder

David Casillas
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Entrevista a José Pulido, periodista. La pizarra

El periodismo trabaja muchas veces con o contra el poder - Foto: Isabel García

¡Ostras, un periodista! Tendré que tener mucho cuidado, que me han dicho que los periodistas son todos unos mentirosos.

(Risas) Bueno, esto de la mentira y de la verdad es muy peligroso, porque a veces el periodista puede decir toda la verdad o media verdad, y esto suele ser peor que la mentira.

Pero también me han dicho que sí que tienen un poco de ética

Seguro que sí, y la ética de un periodista es contar lo que sabe y contarlo honestamente, lo que no quiere decir que acierte siempre en ello porque a veces se puede equivocar, como cualquier persona en cualquier profesión. Pero en fin, lo que debemos hacer es ser honestos y contar lo que sabemos.

En resumen, que los periodistas sí que son de fiar.

En esta profesión, como en cualquier otro colectivo, hay mucha gente de fiar pero también hay gente de la que no puedes hacerlo, hay grandes profesionales y otros que no son buenos…, repito, como en cualquier otra profesión.

En cada caso con sus peculiaridades.

Así es. Un profesor, un médico, una persona que trabaja en un banco… tienen unos objetivos, un trabajo, una norma, pero el problema del periodismo es que tiene que trabajar en muchas ocasiones con o contra el poder, no solo el político, sino también el económico, el dinero, el prestigio, la vanidad; en fin, que tiene que jugar con aspectos muy especiales de la condición humana y eso es bastante difícil.

Hay quien compara a los periodistas con los curas, en el sentido de que a veces valen más por lo que callan que por lo que cuentan, ¿está de acuerdo?

(Risas) Estoy de acuerdo con esa apreciación. Creo que un periodista, evidentemente, debe saber contar lo que sabe, como decía antes, pero también debe saber callar, aunque no por ocultar nada al público sino porque hay cosas que no le interesan a nadie y que informar de ellas puede hacer mucho daño, que pueden tergiversar una idea o dañar a una persona.

Pero ahora hay mucha gente que confunde periodismo con redes sociales, ¿craso error?

Sin duda es un gran error confundir una cosa con otra, porque la red social está ahí y puede ser un medio de comunicación pero igualmente lo puede ser de desinformación; al fin y al cabo es un corral de comedias, un cotilleo elevado a la máxima potencia, porque tiene toda la potencialidad de las nuevas tecnologías y permite que las mentiras o la ingenuidad se multipliquen sin control.

Y el periodismo no es eso.

No, para nada. El buen periodismo lo que requiere es que de todo ese magma, presuntamente informativo, se puedan sacar noticias contrastadas y verificables, y que además de recoger todos los datos, que es lo básico para presentar hechos incuestionables, sea capaz también de interpretarlos. Y nunca olvidar que una media verdad suele ser peor que una mentira.

Lo que tienen que hacer un buen periodista y un buen medio de comunicación, y por eso creo que son absolutamente imprescindibles ahora, quizás más que nunca, es informar, contrastar y presentar los hechos reales, y luego intentar hacer una interpretación de los mismos, y para eso son necesarias la profesionalidad, la inteligencia y, muy importante, la honradez.

¿Estar bien informados nos hace más libres, o es sólo un tópico?

Estoy convencido de que la información nos hace más libres. Quizás parezca una frase sacada de un libro de autoayuda, pero es cierta; cuando tú sabes dónde estás, qué te rodea y qué consecuencias tiene lo que tú estás haciendo, una persona medianamente normal e inteligente adoptará decisiones libres, lógicas y coherentes.

Pero parece que los manipuladores, los que apuestan contra la información veraz, siempre van un paso por delante.

Por eso también es importante estar bien informado, porque ahora la manipulación es brutal y nos viene por todas partes, y además con medios y métodos cada vez más sofisticados. En las redes sociales, por ejemplo, alguien puede hacer que aparezca una persona diciendo verdaderas burradas que no ha pronunciado nunca, y esa mentira es difícilmente detectable...

…por muy detestable que sea

Así es, y por eso debemos luchar contra ello si no queremos acabar siendo unos 'borregos' desinformados.

A la prensa nos han hecho creer que éramos el cuarto poder, ¿tiene algo de cierto o era simplemente un intento de halago envenenado?

Nunca hemos sido el cuarto poder, lo que hemos sido es un contrapoder, que es muy diferente. La prensa tal y como la entendemos en el mundo occidental nació precisamente contra el poder absoluto que tenían las monarquías, y luego se consolidó con la revolución francesa, la americana y todas las demás de los siglos XVIII y XIX, cuando la prensa se convierte efectivamente no en un poder, pero sí en un contrapoder. 

Es un pilar del Estado democrático, porque frente y junto a la separación de poderes para que se equilibren hay un contrapoder que examina a todos ellos ante la opinión pública, recoge las ideologías, las ideas o crea opinión también entre la gente.

También se ha dicho siempre que la prensa tiene una mala salud de hierro, ¿su diagnóstico coincide con ese?

Bueno, la prensa parece que ha vivido siempre en una crisis continua por ese espíritu de ir a la contra, que hizo que en un principio los poderes luchasen contra ella y luego que intentaran comprarla para integrarla en el sistema.

Después de casi tres décadas trabajando como periodista en Ávila, ¿cuál es la noticia que más le gustó dar?

Hubo una que me gustó mucho y que luego lamentablemente no se cumplió, que fue cuando se hicieron los planes del Museo del Prado para Ávila. Una gran noticia, evidentemente, y que además pudo ser esa chispa que hiciese que de pronto todo saltase para bien, porque coincidió con un momento muy prometedor para Ávila.

Y una que no hubiese querido no dar nunca.

De esas hay varias. Por ejemplo los incendios que han arrasado varias zonas de la provincia, o la pérdida de la empresa LEAR, que vino a romper algunos sueños de proyección de la ciudad.

¿Y cuál le hubiese gustado dar y no pudo?

Vamos a soñar un poco. Me hubiese gustado contar la realidad de un Ávila que había alcanzado aquel objetivo de los 100.000 habitantes, con una nueva captación de agua que aseguraba su abastecimiento y que se estaba acercando al pleno empleo. Es una 'carta a los reyes', ya lo sé; pero bueno, quiero creer que algún día puede ser posible porque Ávila es una ciudad que tiene muchas potencialidades esperando a ser descubiertas o aprovechadas.

Y eso lo dice alguien que no siendo de Ávila ha acabado sintiéndose abulense, ¿es así?

Así es. Yo no soy de Ávila pero llevo aquí ya 30 años, en una ciudad que me ha hecho sentir como en casa y en la que he encontrado muchísimas buenas personas y muy acogedoras. Siempre hay excepciones, y decepciones, pero siento que es cierto ese viejo tópico de que los abulenses son gente de palabra, personas de las que poder fiarse y que tienen buen corazón. Y por todos esos valores es por lo que me he encontrado muy a gusto siempre en Ávila.