«Ávila debe volver a la vanguardia mundial en la que estuvo»

I.Camarero Jiménez
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Andoni Nieto lleva décadas apostando por Ávila y su provincia. En los 2000 lo hizo abriendo al floreciente turismo rural Torre Mayorazgo, en Villatoro y de cara a este invierno quiere hacer lo propio en la capital. Lo hará con el restaurante 'Yonte'

«Ávila debe volver a la vanguardia mundial en la que estuvo» - Foto: David González

AndoniGarcía (Bilbao, 1963) se reconoce un enamorado de Ávila. De Ávila en toda su extensión, ciudad, provincia, productos de la tierra, de su vino... Con ese nombre lo lógico es que no sea de aquí y en este caso se confirma.Vasco, de Bilbao, recaló en Madrid cuando apenas tenía 20 años. Capital de España, lugar de trabajo y lugar que, de algún modo, le conectó con Ávila, allí conoció a la persona con la que se casó y que era originaria de ésta nuestra tierra. 

Recaló en Ávila un tiempo despues, allá por la década de los noventa y lo hizo con un objetivo: descansar de la vorágine, buscar la paz y la tranquilidad que siempre proporcionan nuestros pueblos y lo logró, pero se embarcó en nuevos proyectos. 

Comenzaban los 2000 e hizo una apuesta que hoy no sólo se mantiene, sino que se fortalece. Eran los tiempos del turismo rural floreciente y él decidió comprar las ruinas de un castillo del S XIV en la localidad de Villatoro, esa conocida e imponente Torre Mayorazgo que ahora es capaz de atraer al turista extranjero con una filosofía muy clara, la apuesta más genuina por lo nuestro, pero desde luego «por la vanguardia». Lo compró en el 99 y abrió puertas en 2002.

El concepto del turismo rural duró mucho tiempo, pero allá por el año 2018 quiso complementarlo para hacer de Torre Mayorazgo un gran destino en el que vivir una experiencia completa y conseguir que la gente viniera a Ávila para acabar en aquella, 'su casa'. 

Es su proyecto turismo, es gastronomía, es historia...¿Cómo no va a ser historia viniendo del siglo XIV? Además nos recuerda que allí también vivió Santa Teresa y Alfonso XI.Estaba en ruinas y hubo que reconstruir, relata,  y para ello apostó por una «arquitectura moderna, pero desde el respeto»para ponerlo en el sitio que se merece y ése no es otro que a la vanguardia. Para hacerlo realidad se alió con «un gran arquitecto», Jesús Castillo, responsable de grandes restauraciones patrimoniales. La idea era restaurar con respeto y usar para ello materiales sencillos pero que transmitieran emociones, trabajando con el hierro, con el cristal, la piedra. Creando un ambiente que se complementara con una cocina sencilla basada en lo tradicional pero de algún modo dándola una vuelta pensada, «creativa».

 Cree Andoni en el pasado que un día efectivamente «puso a Ávila en la vanguardia mundial» a la que tiene claro que la ciudad y la provincia debe volver «pero sin melancolía» y sí con proyectos, con ideas y rodeándose de los vecinos de esta tierra.

Precisamente por ello, al frente de esa cocina tiene a Lalo «uno de los cocineros más grandes de Castilla y León», todo un profesional, «un artista», que además, pudiendo haberse ido decidió quedarse en su tierra. Con él tiene claro que forman un tándem perfecto que seguirá funcionando en otro de los proyectos que ya va cobrando forma y al que le quedan escasos meses para despegar. En esta ocasión será en Ávila capital, junto a una ribera del Adaja que Andoni adora y acompañándose de las siempre impresionantes vistas de la Muralla. «La Muralla también hay que comérsela» o lo que es lo mismo disfrutar de ella mientras se degustan productos de la tierra, pero de verdad. Quiere 'nutrirse' y ya lo hace en Villatoro de lo que la provincia da, ya sea bajo la marca de Ávila Auténtica, de otros pequeños proveedores locales, de la magnífica carne y de estos vinos abulenses que han conseguido, ahí también, ir a la vanguardia que tanto defiende nuestro entrevistado de hoy.

«¿Quién nos iba a decir que íbamos a tener vinos en Ávila con 100 puntos Parker?» Pues efectivamente los hay, él lo alaba y como en ello cree, apostará por ello.

Con todo arrancará un gran proyecto que empieza a ser real y que quiere abrir sus puertas este invierno, después de un año largo de obras. Lo bautizará con el nombre de 'Yonte', por cierto el mismo nombre de la finca que, ubicada en término municipal de Ávila, también en poco más de un año acogerá a la ganadería por la que quiere apostar éste, sin duda, inquieto empresario.

Tendrá sus reses y tendrá su huerta con los que abastecer unas cocinas que esperan dar cobertura a ese restaurante que nacerá con 120 plazas y que se completará con eventos. Para esos eventos que espera vuelvan con todo su vigor una vez superada la covid pondrá a disposición 200 plazas.Será de cara al verano pues para entonces el restaurante ya tendrá además el necesario rodaje.

Será una idea un tanto más tradicional que la que tiene para Torre Mayorazgo, pero se complementarán y sobre todo serán generadores de empleo. Si algo busca este empresario y en algo confía, por coherencia y también por proximidad, es por tener en sus filas a gente de Ávila.En principio espera contar con una plantilla de unas 20 personas, que por supuesto de cara a los eventos fluctuará (siempre se necesita más gente).

La idea la tiene y va cobrando forma en una zona, junto al puente Adaja, que considera va a ser un referente de la restauración. Lo tiene todo para ello porque cuenta con una de las mejores vistas de la ciudad, porque tiene zona de aparcamientos, hay variedad de establecimientos y muchas ganas detrás de cada negocio. Lo cierto es que así da gusto hacer entrevistas, la positividad, la perseverancia están detrás de unas iniciativas en las que Andoni muestra gran confianza.

Son negocios que tardan en llegar, pero que avanzan seguros y hay mucha confianza puesta en ellos. Deben sin duda «integrarse en el territorio», contar con el respaldo local. De ahí efectivamente que sus plantillas se doten de abulenses. Sólo en Torre Mayorazgo cinco de los trabajadores pertenecen al municipio de Villatoro en el que se enclava, otros siete, proceden de la capital. Por supuesto cuenta con cliente local pero su idea es hacer de aquel lugar el HotelDestino en el que se está convirtiendo y captando al turista extranjero, del que tanto necesita nuestra provincia.

Para Andoni Nieto Ávila siempre ha sido un lugar cómodo y fácil para vivir y desde hace ya mucho tiempo un sitio en el que invertir cargado de productos increíbles, buenas gentes y magníficos entornos por explorar y explotar. No parará porque tiene más ideas que llevar a la práctica. Otra de ellas está en Muñogalindo, «en la finca a la que un día llegó otro vasco, Ibarrola, quien vino para hacer una cosa importante en Garoza. Una obra vanguardista y con una potencia tremenda».Con la familia de él está al habla para profundizar en nuevas iniciativas porque.... Sencillamente, merece la pena intentarlo. Todo por ser aún más un gran destino turístico. Todo se andará. 

Cómo en aquello que decíamos líneas atrás del vino, quién le iba a decir a Andoni García que el que un día fue lugar en el que descansar se iba a convertir en lo que es hoy para él, un lugar en el que ahora también viene a trabajar. «Vivo en Madrid, sí, pero paso aquí prácticamente tres días a la semana». 

 

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?

La Muralla. Siempre he considerado que está a la altura de la Alhambra de Granada, que me encanta, y que me gustaría que tuviera el mismo reconocimiento mundial. Cuando Bill Clinton se fue a ver el atardecer a la Alhambra y salió en todos los periódicos del mundo... Siempre pienso que también podría haber sido Ávila.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Lo fácil y cómodo que es trabajar en ella.

¿Y lo que menos?

La melancolía, mirar hacia el pasado con esa visión melancólica.

Un lugar para perderse.

Toda la ribera del Adaja hasta el embalse.

   

Un recuerdo de su infancia.

Pues soy vasco, pero mi madre es de Burgos y recuerdo ir allí a casa de mi abuela, que estaba muy cerca de la Catedral. Y lo que sobre todo recuerdo es la imagen de la Catedral  a la vez que veía pasar  las nubes entre sus torres.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Adolfo Suárez.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Creerse el potencial que tiene y marcarse objetivos mucho más altos de los que tiene en la actualidad.

¿Qué le parece la ciudad hoy?

La verdad es que está muy bonita pero también, necesitada de proyectos ilusionantes.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Pues como un gran destino cultural y turístico.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Mi trabajo, creando empleo y mi ilusión y perseverancia.