«Quiero hacer ver a público que la magia vive en ellos»

David Casillas
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Tiene raíces abulenses, en la localidad de Solana de Rioalmar, uno de los más exitosos magos españoles del momento, un ilusionista original y divertido que vuelve este sábado al Lienzo Norte, en una cita doblemente mágica porque es también solidaria

«Quiero hacer ver a público que la magia vive en ellos»

Jesús Jiménez, de nombre artístico Mago Xuso, es un ilusionista joven que por su excelente hacer en el mundo de la magia ha conseguido numerosos reconocimientos a nivel nacional e internacional, un artista de raíces abulenses que este sábado vuelve al Lienzo Norte para ofrecer un espectáculo completamente nuevo con el que resume sus quince años dedicados a esta profesión, una propuesta que lanzará en 2025 pero que conocerá en Ávila una motivadora premiere, una gala llena  de emociones y de humor que además tendrá el carácter solidario de ayudar en la lucha contra el cáncer.

¿Emocionado por volver a actuar en la tierra de sus raíces?

Mucho. Siempre que actúas lo haces procurando dar lo mejor de ti, pero al hacerlo en la tierra de mis abuelos lo hago con una carga de responsabilidad importante, porque siempre quieres sorprender y agradar especialmente.

Siempre quieres ofrecer al público lo mejor de tu repertorio, de tu buen hacer, pero mientras que en otros casos puede ocurrir que sea una actuación esencialmente profesional, como ha ocurrido recientemente en Ciudad Rodrigo y ocurrirá la semana que viene en Madrid o en León, hacerlo en Ávila es muy especial.

¿Y eso le motiva especialmente?

Claro. Ávila es la tierra en la que me he criado junto con mis abuelos, y va a ser un privilegio tener a mi abuelo viéndome en este espectáculo. Mi abuela tristemente no va a estar, y va a ser el primer año que actué en el Lienzo Norte sin que esté ella, con lo cual la emoción será mayor, pero quiero aprovechar para hacer un homenaje a todos los abuelos del mundo inspirándome en ella, porque creo que igual que lo han sido para mí, para todo el mundo los abuelos son muy importantes.

Además, se trata de una gala con fin solidario.

También, por eso digo que es un espectáculo que tiene una importancia extra, porque no solo hacemos como algo laboral sino que prima en él lo sentimental. Cuando mi abuelo vio la gala que hice en Santander me dijo que si podía llevarla también a Ávila y yo le dije que sería para mí un orgullo.

Buen consejero tiene usted en su abuelo.

Sí, y aunque al principio de mi carrera mi abuelo no confiaba mucho en que se pudiera vivir de este trabajo, que ahora sea él el que me pida que vaya a su tierra con el espectáculo que ya ha visto creo que es una forma de decirme que está orgulloso de mí.

Por eso hemos decidido venir a Ávila con el mismo espectáculo que hicimos en Santander para celebrar mis 15 años de trayectoria profesional y, como bien dices, con una importancia extra porque lo hacemos con un fin solidario.

¿Qué nos puede contar de este espectáculo para que la gente ya vaya abriendo boca?

Es un espectáculo en el que, además de fusionar todas las ramas de la magia porque vamos a hacer grandes ilusiones, escapismo, etc, va a haber muchísimo humor, porque creemos que es muy importante pasárselo bien en todos los sentidos. No es un espectáculo en el que el público vea sólo al mago hacer ilusionismo, sino que también va a hacer magia con ellos porque el público es el verdadero protagonista del espectáculo.

¿Va a invitar a los espectadores a subir a escena?

Sí, porque entiendo que el público es parte vital, y por eso algunos de los espectadores irán subiendo al escenario para realizar efectos conmigo. Hay trucos que haré yo sólo, pero para otros contaré con el público, por ejemplo un niño o una niña volará sobre el escenario, haremos levitar a un espectador seleccionado al azar, y realizaremos efectos de magia con objetos que traiga el público de sus propias casas.

¿Es un espectáculo completamente renovado con respecto al último que ofreció en Ávila?

Sí, es una producción cien por cien nueva que, además, en Ávila será la segunda vez que se ponga en escena, porque este espectáculo todavía no le queríamos rodar. Queríamos guardarlo para una serie de fechas clave y luego empezar una gira con él en 2025, porque ahora estamos con otro, pero en Ávila, tal cual se va a presentar, es la segunda vez que se pone en escena en toda España.

¿Es cada vez más difícil sorprender al público teniendo en cuenta la enorme oferta que tiene al alcance en redes sociales, televisión, cine, o todavía sigue dejándose llevar como un niño cuando se apagan las luces y se levanta el telón?

Evidentemente, cada vez es más difícil sorprender al público, pero también lo es que hay que saber ir un poco de la mano de las tendencias. Así las cosas, lo que tenemos que hacer es adaptarnos a lo que les sorprende a ellos para volverles a sorprender. Ya no es que se adapten ellos a nosotros, sino nosotros a ellos. 

Y ahí, decía antes, apuestan por la cercanía.

Sí, y por eso más que grandes efectos o grandes ilusiones de esas que se ve en la tele, lo que buscamos son efectos con los que el público empatice, incluso con cosas que ellos mismos han traído de casa para que digan: «vaya, si está haciendo un juego de magia con algo que he traído yo, es imposible que tenga truco». También por eso hacemos que un niño vuele en mitad del escenario, alguien que no conoce el mago y sí algunos de los espectadores. Hay que jugar con ese tipo de cosas para que la gente se sorprenda.

¿La mejor conexión es lograr que el público sienta que la magia también está en ellos?

Exacto, esa es la mejor conexión, que sientan que la magia está en todos. Al final nosotros siempre intentamos transmitir mensajes ocultos al espectador, y el principal es hacerles ver que la magia vive en ellos, si ellos quieren que esté dentro de su vida.