Preocupación en el sector ante la expansión de la gripe aviar

P. Velasco
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Ganaderos y organizaciones agrarias reconocen que «es una lotería» pese a que se han reforzado las medidas higiénicas en las explotaciones

Instalaciones de una granja de pavos de Fuenterrebollo (Segovia) afectada por la gripe aviar en enero de 2022. - Foto: R. Cacho (Ical)

Preocupación en las explotaciones avícolas de la Comunidad ante la expansión de la gripe aviar con el caso reciente detectado en una granja de engorde de pavos en Lérida y que ha obligado a sacrificar a más de 87.000 aves. Los ganaderos saben que se enfrentan a las semanas más complicadas con la llegada de numerosas aves migratorias que cruzan nuestra Comunidad y que pueden traer dicha enfermedad que tiene una gran capacidad de transmisión en aves, aunque, de momento, su impacto en personas es mínimo.

Castilla y León no se ha librado en los últimos años de la presencia de la influenza aviar, una infección de las aves causada por cualquier virus de influenza de tipo A y que causa una elevada mortalidad, tanto en el caso de aves silvestres como domésticas. Por eso, las organizaciones agrarias ven con preocupación la alarma «mundial» generada por la alta transmisión de dicha enfermedad.

«Es una lotería», asegura Rosa Piedra, propietaria de una explotación de engorde de pollos en Narros del Castillo (Ávila), que traslada su preocupación porque saben que los focos cada vez se acercan más y el movimiento de las aves migratorias empeorará la situación. «Lo único que podemos hacer es esperar que no nos toque y mantener las medidas de bioseguridad que tenemos con desinfectantes en los acceso, pajareras en todas las instalaciones... Pero vivimos en el campo, es complicado que nos libremos», incide Piedra, quien añade que se ha verificado todas esas medidas de limpieza durante las últimas semanas.

Una preocupación que confirman desde las organizaciones agrarias. «Están llegando muchas aves y de cara a la primavera puede ser un problema», explica Aurelio González, coordinador de La Alianza UPA-Coag. «El año pasado se hicieron las cosas bien y se actuó pronto en los diferentes focos que se detectaron para que el problema no fuera a más», afirma González, que confía en que el riesgo en Castilla y León sea «menor». La misma opinión manifiestan desde Asaja, donde reconoce que existe en la actualidad «un factor de riesgo importante».

21 de diciembre de 2022

Se declara un foco de gripe aviar en una explotación de cría de ocas en la localidad de La Cistérniga (Valladolid). Se trataba de una explotación libre de ocas con unos 1.500 animales. La Junta estableció una zona de protección, en un radio de tres kilómetros desde el foco y zona de vigilancia con un radio de diez kilómetros. Además de un control y supervisión de cualquier desplazamiento.

7 de abril de 2022

El Ayuntamiento de Valladolid detecta un foco de gripe aviar entre las ocas de los márgenes del río Pisuerga que dieron por finalizado a principios de mayo tras acabar con 93 aves, la mayor parte, 74, ocas, aunque también patos, palomas, gallinetas y un verderón. No fueron los únicos casos de aves silvestres, ya que durante el año pasado se detectaron en total once focos en las provincias de Segovia, Ávila, Palencia y Valladolid.

18 de febrero de 2022

Los Servicios Veterinarios Oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural declararon un nuevo foco de influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 localizado en una explotación de gallinas ponedoras de la localidad vallisoletana de Íscar, donde se tuvieron que sacrificar casi 34.000 ejemplares.

9 de febrero de 2022

La Junta detectó un nuevo foco de gripe aviar en especies domésticas en una explotación de gallinas ponedoras de Íscar donde se tuvieron que sacrificar 133.750 animales.

18 de enero de 2022

El primer foco de 2022 fue declarado en la provincia de Segovia, en una explotación de pavos de engorde en Fuenterrebollo, que contaba con 18.900 ejemplares.