Elena Yáñez tiene 23 años y desde hace cuatro está al frente de una explotación agrícola en la localidad albaceteña de Montealegre del Castillo. Apenas alcanzada la mayoría de edad esta joven se puso al frente de esta explotación familiar de 50 hectáreas dedicada al cultivo de viñedo, en este caso perteneciente a la DO Jumilla, y almendras. Y aunque en su caso el relevo generacional ya se ha producido, Elena es  muy consciente de la importancia que la formación tiene para las nuevas generaciones de profesionales del campo. De hecho, ella es una de las participantes en el Programa Cultiva  de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo que desarrolla y financia el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en colaboración con entidades representativas de los sectores agrícola y ganadero de España. Se trata de un programa que ofrece a jóvenes agricultores y ganaderos formación práctica en explotaciones modelo de acogida a través de estancias formativas «donde tengan la oportunidad de adquirir y consolidar in situ conocimientos sobre aspectos técnicos y de gestión que puedan aplicar en el desarrollo de su propia actividad agraria».

En el caso de esta joven albaceteña esta formación se ha llevado a cabo en la provincia de Ávila, concretamente en la explotación de cereal, hortícolas y viñedo que el agricultor Ventura González, también secretario provincial de la organización agraria UPA, tiene en Madrigal de las Altas Torres. En esta formación también ha participado otro joven agricultor abulense, en este caso Roberto  Rodríguez, de 40 años y titular principal de una explotación de cereal, remolacha y patata en Mamblás. 

Tanto Elena como Roberto han recibido formación diaria en esta explotación de acogida sobre diferentes temáticas, como planificación y gestión económica y financiera de las explotaciones o el uso de tecnologías digitales, entre otras. 

«Me llevo pequeños aprendizajes que voy a aplicar en cuenta vuelva y una persona que va a ser referente y ayuda para siempre», afirma Elena al hablar de lo aprendido durante su estancia formativa en Ávila y concretamente de la experiencia en la explotación de acogida de Ventura González. «Es muy ilustrativo compartir experiencias con otros agricultores, metodologías o como ver cómo se trabaja en otras climatologías», apunta esta joven agricultora a la hora de valorar un programa en el que ella ya ha participado otros tres años y que recomienda a todos los jóvenes agricultores y ganaderos. 

«Es una ayuda y se aprende mucho», coincide con Elena Roberto  Rodríguez al hacer balance de esta experiencia formativa auspiciada por el Ministerio de Agricultura y que durante unos días le ha permitido conocer desde dentro cómo trabajan otros agricultores y en este caso cómo es el día a día en la explotación agrícola de Ventura González que como todas las explotaciones modelo de acogida es modélica en algún aspecto «ya sea desde el punto de vista de la innovación, los medios productivos, el modelo de negocio o las características sociales o ambientales y climáticas».

El Programa, financiado por el Ministerio, está diseñado para ofrecer a mujeres y hombres agricultores y ganaderos jóvenes la oportunidad de conocer desde dentro «el desarrollo de una explotación agraria viable, adquirir y consolidar de un modo práctico e interactivo nuevos conceptos técnicos y de gestión aplicables en su explotación, aprender nuevos sistemas de mecanización, incorporación y uso de tecnologías en los procesos productivos o modelos de diversificación, transformación y comercialización agroalimentaria», entre otros conocimientos.

En este programa intervienen  mujeres y hombres agricultores y ganaderos jóvenes que desean «mejorar sus conocimientos sobre aspectos técnicos y de gestión que puedan aplicar en su propia actividad agraria»; explotaciones modelo de acogida, como la de Ventura González, «dispuestas a aportar a los jóvenes conocimientos prácticos y técnicos según su propio tipo de producción y en base a su propia experiencia»; las organizaciones representativas de los sectores agrícola y ganaderos, como UPA,  «que colaboran en la organización y gestión de las estancias en las explotaciones modelo de acogida» y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que «financia el programa, dinamiza todo el proceso y es responsable de la correcta ejecución del mismo». De hecho, el MAPA financia los gastos de alojamiento, manutención, viajes y sustitución, siendo las estancias formativas gratuitas para los jóvenes profesionales de la agricultura y ganadería.