Con nocturnidad y alevosía. Así actuó la persona (o las personas) que  hace unos días destrozaron la obra que la muralista abulense Marta Martín había realizado sobre la pared del polideportivo que hay junto a la ermita de Muñomer del Peco.

Un trabajo que representa un homenaje a la mujer y que supone también el rechazo de este pueblo a la violencia de género, pero que ahora se ha convertido en el blanco fácil de alguien. «Estamos muy disgustados», reconoce a Diario de Ávila la recién estrenada alcaldesa de la localidad, Mercedes Soto, que recuerda que el mural supuso un gasto de 1.500 euros sufragados gracias a una subvención del Gobierno, recibida a través del Pacto de Estado contra la violencia de género.

Ahora, el Ayuntamiento deberá realizar un gasto para restaurar el trabajo, algo que llevará a cabo la propia Marta Martín estos días.

Lo hará sin tardanza, ya que la alcaldesa recalca que es su intención que el mural vuelva a lucir su mejor cara este fin de semana, cuando se celebran las fiestas del pueblo.

«El mural está en un sitio de paso, muy visible, pasa la carretera al lado», comenta. Y está, también, al lado del punto de reunión durante las fiestas patronales, por lo que todos aquellos que estos días se acerquen a Muñomer del Peco podrán verlo.

¿Tienen alguna sospecha de quién ha podido hacerlo?, preguntamos a la alcaldesa. «Pues cuando en su día se hizo, hubo un par de personas que criticaron que sólo se vieran vacas», asegura Soto, que defiende que Muñomer del Peco vive principalmente de estos animales. «Pero estas personas tienen ovejas», expone la alcaldesa, que asegura que en su día les dijo que la idea del Ayuntamiento era ir ampliando el mural con otras figuras. «Si descubrimos quién ha sido lo denunciaremos, claro», recalca la alcaldesa, entristecida no sólo por la mala imagen que esto transmite del pueblo sino, también, por la falta de respeto al trabajo realizado por Marta Martín.