Detrás de seis de cada cien siniestros de auto hay un fraude

E.Carretero
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Los conductores abulenses son más honrados que el resto de españoles teniendo en cuenta que en nuestro país el 8,8 por ciento de los partes que se dan al seguro son un intento de estafa

Detrás de seis de cada cien siniestros de auto hay un fraude - Foto: Jesús J. Matías

Motoristas que declaran haber sufrido un accidente en una gasolinera cuando realmente circulaban a más velocidad de la permitida en un circuito de carreras; personas que reclaman una incapacidad permanente y costosas reformas en su casa para adaptarla a su supuesta discapacidad mientras sigue trabajando en su  negocio con normalidad o trabajadores en situación de baja laboral prolongada que demuestran que esa dolencia tan incapacitante no les limita para ninguna otra faceta de su vida incluso para las que, a priori, atendiendo a la gravedad de la misma sí debería limitarles. Estas son algunas de las tramas que los especialistas, peritos y detectives de Directa Aseguradora han logrado desenmascarar y que se recogen en el VII Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar, trabajo que analiza más de 110.000 intentos de fraude a las aseguradoras ocurridos en 2021 y 2022. 

Según este informe, el fraude al seguro de Autos no para de crecer teniendo en cuenta que el 8,8 por ciento de los partes que se declararon al seguro en los dos años en cuestión fueron intentos de estafa, lo que supone casi cinco veces más que los siniestros fraudulentos declarados en 2009. Sin embargo, y según el informe, los abulenses somos algo más honestos que el conjunto de los españoles ya que en esta provincia el porcentaje de fraudes al seguro es menor. Así, en el periodo en cuestión, en Ávila detrás de seis de cada cien siniestros declarados a las aseguradoras con el objetivo de lograr una indemnización había  un intento de fraude. 

En el conjunto de la región, Burgos lidera la lista de provincias de Castilla y León con más fraude al seguro, con un 8,4 por ciento de intentos de estafa. Le siguen Palencia (7,5 por ciento), León (7,2) y Valladolid (6,7). Tras Ávila, donde los intentos de defraudar a las aseguradoras están en seis de cada cien partes, se encuentra Segovia, donde el 5,4 por ciento de las declaraciones son estafas. Le siguen Salamanca (5 por ciento), Zamora (4,9 por ciento) y Soria, donde solo se dan 3,4 intentos de fraude por cada cien partes lo que convierte a los sorianos en los castellano y leoneses más honrados de la región. 

En lo que respecta al territorio nacional, y por provincias, los territorios que registraron mayor proporción de fraudes son Cádiz (11,6 por ciento), Málaga (10,8) y Cantabria (10), todas muy por encima de la media nacional del 8,8 por ciento. Por contra, las provincias españolas con menos fraudes se enmarcan en la 'España vaciada', con Teruel (3,4 por ciento) y las provincias castellano y leonesas de Soria (3,4 por ciento) y Zamora (4,9 por ciento) como lugares donde menos se engaña. 

Varón de menos de 30 años, desempleado o con trabajo precario. Ese es, según el informe, el perfil más habitual de defraudador al seguro si bien en los últimos años también se viene observando el perfil de un hombre de más de 40 años que realiza estas prácticas para obtener un «dinero extra» o para no tener que pagar una reparación. De hecho, en Línea Directa apuntan que la estafa más común es «tratar de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, siendo más habitual en un coche antiguo (de 11 a 14 años) generalmente por no tener cobertura en su seguro para reparar los daños declarados». En cuanto a la época, se ha detectado un trasvase de estafas desde el verano al otoño (meses de octubre y noviembre), siendo los lunes y martes los días de la semana más propicios para los engaños. 

redes organizadas. Aunque el fraude individual al seguro constituye una práctica censurable, lo que más preocupa a las aseguradoras son las redes organizadas, grupos de delincuentes que cometen fraudes «en carrusel» a distintas compañías «con el objetivo de obtener indemnizaciones declarando lesiones falsas». A menudo, estas redes, dirigidas por dos o tres cabecillas, están conectadas con delitos mucho más graves y suelen estafar, de media, «unos 8.300€ por caso», lo que es unas 10 veces más que los engaños de los conductores particulares. Los fraudes de estas bandas suelen consistir en simular siniestros que nunca han existido o, directamente, causarlos implicando en ocasiones a terceros inocentes.